Menú Cerrar

Alejandro Lerroux, el equilibrista radical manchado por la corrupción

Alejandro Lerroux, el equilibrista radical manchado por la corrupción

Fue el rostro del centro político de la II República, un funambulista que intentó por todos los medios, hasta que los casos de corrupción destruyeron su carrera, encauzar la arquitectura de la España posterior a Alfonso XIII por la vía de la moderación frente a la creciente polarización del debate político. 

Entre 1933 y 1935, Lerroux ocupó tres veces la presidencia del Gobierno, además de las carteras de Guerra (1934) y Estado (1935). Foto: Getty.

Nacido en la localidad cordobesa de La Rambla en 1864, Alejandro Lerroux se graduó en Derecho, pero su vocación era el periodismo y a él se dedicó en cuerpo y alma como director de los diarios El País, El Progreso y El Radical. Fue acusado por sus detractores de contribuir con sus artículos a la inestabilidad política crónica reinante en Cataluña, donde residió durante muchos años y se convirtió en el peor enemigo del nacionalismo y en el más firme opositor del catalanismo más radical. Su implicación en política fue in crescendo con el paso de los años, y desde muy joven comenzó una intensa actividad en este ámbito como militante de partidos como Unión Republicana, con el que logró por primera vez un escaño de diputado en 1901, o el Partido Republicano Radical, del que él mismo fue fundador y cuyo propósito principal no era otro que contrarrestar el auge de las formaciones políticas nacionalistas en Cataluña.

Exiliado durante la dictadura

Lerroux era profundamente anticlerical, postura que propició la activa participación de su partido, y del propio Alejandro, en los sucesos de la Semana Trágica de 1909. Todo ello, sumado a su enconada defensa del republicanismo, acabó empujándolo temporalmente al exilio, y jugó un papel muy secundario durante los años de la dictadura de Primo de Rivera. Pero con la proclamación de la II República en abril de 1931 volvió con fuerza a la primera línea de la política nacional, asumiendo un papel protagonista en la formación del nuevo régimen. Poco a poco sus ideas más radicales fueron moderándose y, tras la quema de conventos de 1931, abandonó definitivamente su militante anticlericalismo.

Cambio de rumbo

Al posicionar a su partido en el centro político, pudo oscilar siempre entre los dos extremos formando parte de gobiernos tanto de izquierdas como de derechas, si bien sus crecientes desencuentros con Manuel Azaña fueron empujándolo más y más a la derecha. En las elecciones de 1933, muy exitosas para el PRR, decidió formar coalición con el partido más votado, la CEDA de Gil Robles. Así, Lerroux ocupó la presidencia del Gobierno hasta en tres ocasiones entre 1933 y 1935. Pero el conflicto cada vez más encarnizado con las fuerzas de izquierda, que llevaron al país a una situación de desgobierno, fueron desgastando paulatinamente al PRR y, paralelamente, a la coalición de Gobierno. 

José María Gil-Robles en un mitin de su formación, Acción Popular, durante la campaña de las elecciones municipales de febrero de 1933. Foto: EFE.

La implicación de Lerroux en dos sonados casos de corrupción, el escándalo del estraperlo –fraude con las ruletas del Casino de San Sebastián del que fueron cómplices varios miembros del partido– y el escándalo Nombela, terminaron por arruinar su carrera política. Lerroux se vio forzado a dimitir de su cargo de presidente en septiembre de 1935 y poco después fue definitivamente expulsado del Gobierno. Finalmente, Lerroux, coincidiendo con el estallido de la Guerra Civil, emprendió el camino del exilio en dirección a Portugal. Once años después, pudo regresar a España para pasar sus últimos meses de vida. Falleció en Madrid el 27 de junio de 1949.

El asunto Nombela

Aún fresca la vergüenza del escándalo del estraperlo, pocos días después de su salida del gobierno, Lerroux se vio envuelto en un segundo y clamoroso caso de corrupción. Antonio Nombela, funcionario de colonias, acusó a destacados dirigentes del Partido Republicano Radical de haber cometido un fraude en la gestión de un expediente en virtud del cual se proporcionaba una suculenta e injustificada indemnización a la Compañía de África Occidental, adjudicataria del contrato para la construcción de las infraestructuras que conectaban por barco las colonias de Guinea Ecuatorial y Fernando Poo. 

Antonio Nombela fue el funcionario que destapó los fraudes cometidos por el PRR. Foto: EFE.

Nombela se negó a cumplir las órdenes y a pagar la indemnización y acudió a denunciar, sin demasiado éxito, el hecho ante el propio Gil-Robles. Finalmente recurrió a las Cortes, que dieron luz verde a una comisión de investigación que certificó la gravedad de las acusaciones. Aunque fue exculpado en la votación, Lerroux estaba implicado en primera persona en el escándalo. El caso supuso la ruptura de la coalición entre la CEDA y el PRR.

Fuente de TenemosNoticias.com: www.muyinteresante.com

Publicado el: 2024-08-22 06:35:06
En la sección: Muy Interesante

Publicado en Humor y Curiosidades

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


Mi resumen de noticias

WhatsApp