Parece que de un tiempo a esta parte no hay quien no tenga problemas intestinales. Que si sobre crecimiento bacteriano, que si Helicobacter, intolerancias, alergias… la inflamación y la distensión abdominal pueden tener infinitos motivos y ante dichos síntomas es fundamental acudir a nuestro médico, aunque objetivamente hay alimentos que no ayudan a esta situación.
Aunque la inflamación crónica puede tener su origen y estar agravada por el sedentarismo, el estrés crónico y el consumo de sustancias como alcohol y tabaco, lo cierto es que podemos encontrar alimentos que potencian la inflamación, del mismo modo que encontramos alimentos antiinflamatorios que nos ayudan a sentirnos más ligeros.
Grasas, azúcares y refinados, descartados
Tal y como aseguran desde el Instituto Europeo de Nutrición y Salud, una alimentación antiinflamatoria se basa en «la ingesta de nutrientes que ayudan a evitar procesos inflamatorios en el organismo. Esto no solo engloba la típica hinchazón, sino también las inflamaciones crónicas originadas por enfermedades más graves como la diabetes, la fibromialgia o incluso el cáncer».
Entre los alimentos más inflamatorios que debemos evitar si nos sentimos hinchados encontramos los procesados como embutidos, productos precocinados y alimentos con aditivos artificiales. Los fritos y procesados, como los dulces, las patatas fritas o los snacks son otro grupo de alimentos a evitar.
El azúcar, las grasas saturadas, las carnes rojas, los refinados como el arroz blanco, el pan blanco y la pasta refinada, el alcohol y la cafeína son otros alimentos que desde el Instituto Europeo de Nutrición y Salud nos recomiendan evitar.
Alimentos antiinflamatorios
De la misma manera que existen alimentos inflamatorios también podemos encontrar otros que nos pueden ayudar a reducir ese sentimiento de hinchazón.
Tal y como aseguran desde el Instituto de Nutrición y Salud, algunos alimentos los podemos clasificar como antiinflamatorios por su aporte de nutrientes y compuestos.
Entre dichos alimentos encontramos las frutas y verduras como la piña, la manzana, las espinacas, el apio o el brócoli, entre otros. El pescado azul, como el salmón, las sardinas o el atún, ricos en ácidos grasos omega-3 son también buenas opciones para incluir en una dieta antiinflamatoria.
Los frutos secos y las semillas como los pistachos, las nueces, las almendras, la chía o el lino, el té verde, especias como el jengibre, la cúrcuma o la canela o los probióticos que podemos encontrar en el yogur o el kéfir también ayudan a controlar nuestra flora intestinal y reducir la inflamación.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.20minutos.es
Publicado el: 2024-10-19 12:00:00
En la sección: 20MINUTOS.ES – Gastronomía