Las entrevistas de trabajo pueden ser escenarios de alta tensión, donde cada palabra y gesto cuentan. Aunque solemos enfocarnos en lo que decimos, nuestro cuerpo también habla, y en algunos casos, puede revelar más de lo que nos gustaría.
Uno de los gestos más frecuentes en estos momentos es tocarse la cara. Puede parecer un simple hábito sin importancia, pero según los expertos en lenguaje corporal, este pequeño movimiento puede marcar la diferencia entre una impresión segura y profesional o una que genere dudas en el reclutador.
El impacto del lenguaje corporal en una entrevista
Los psicólogos especializados en comunicación no verbal sostienen que más del 50 % de la impresión que dejamos en una entrevista proviene de nuestros gestos y expresiones faciales. Mientras que las palabras pueden prepararse con anticipación, el lenguaje corporal se manifiesta de forma espontánea y es difícil de controlar.
Tocarse la cara es un acto inconsciente, pero los reclutadores lo analizan con atención. Dependiendo del contexto y la frecuencia con la que se realice, puede proyectar seguridad o transmitir señales de incomodidad y falta de confianza.
¿Por qué nos tocamos la cara en una entrevista laboral?

Cada gesto tiene una explicación psicológica. Aquí te contamos qué significa tocarse la cara en una entrevista y cómo puede ser interpretado por el entrevistador:
- Nerviosismo e inseguridad
Si durante la entrevista te acaricias la barbilla, te frotas la frente o te tocas el cuello con frecuencia, puede ser una señal clara de nerviosismo. Esto podría hacer que el reclutador perciba falta de confianza en tu desempeño o dudas sobre tus propias habilidades. - Dudas o falta de sinceridad en la respuesta
Los psicólogos han identificado que tocar la nariz o la boca justo después de responder una pregunta difícil puede ser una señal de inseguridad. En algunos casos, los reclutadores lo asocian con falta de sinceridad o con alguien que no está completamente convencido de lo que dice. - Estrés o ansiedad
Cuando estamos bajo presión, solemos realizar movimientos repetitivos, como frotarnos las sienes, pasarnos la mano por la cara o jugar con el cabello. En una entrevista, estos gestos pueden transmitir la sensación de que no estamos preparados para manejar situaciones de estrés en el ámbito laboral. - Falta de interés o distracción
Si el gesto de tocarse la cara se repite constantemente y se combina con miradas evasivas o desvío de la vista, el entrevistador podría interpretarlo como desinterés o falta de compromiso con la conversación.
Cómo evitar que el lenguaje corporal juegue en tu contra

Si bien algunos gestos son difíciles de evitar por completo, tomar conciencia de ellos te ayudará a controlarlos y proyectar una imagen más segura y profesional. Aquí algunos consejos clave:
- Mantén las manos sobre la mesa o entrelazadas sobre tu regazo para evitar movimientos innecesarios.
- Si sientes ansiedad, respira profundo antes de responder para reducir la necesidad de tocarte la cara.
- Concéntrate en el entrevistador y en el contenido de tu respuesta para evitar distracciones.
Recuerda que el lenguaje corporal es tan importante como lo que dices. Una entrevista de trabajo no solo evalúa tu experiencia y conocimientos, sino también tu confianza y seguridad.

Así que la próxima vez que estés en una entrevista, presta atención a tus gestos… podrían estar diciendo más de lo que imaginas.
Fuente de TenemosNoticias.com: es.gizmodo.com
Publicado el: 2025-02-03 07:30:00
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