La crisis financiera que enfrenta el sistema de salud colombiano sigue agravándose, y el caso del Hospital Universitario San Ignacio (Husi) es una muestra del impacto que la falta de pagos por parte de las Entidades Promotoras de Salud (EPS) está teniendo en los hospitales del país.
(Vea: Barreras en el acceso a los servicios de salud, mayor desafío de los maestros del país)
Un derecho de petición presentado por el representante a la Cámara Andrés Forero ha sacado a la luz la deuda de Nueva EPS con esta institución, la cual asciende a más de $139.275 millones hasta enero de 2025.
Según la respuesta oficial del hospital, la deuda acumulada equivale a ocho meses de facturación por servicios prestados y radicados, lo que ha generado una grave crisis de liquidez. La situación se agrava debido a que Nueva EPS no ha informado las facturas a las que corresponden ciertos pagos, lo que impide al hospital aplicar correctamente los recaudos recibidos.
(Lea más: Sistema de salud de Colombia, entre peores 30 de 110 analizados: los puntos críticos)
Los datos evidencian que la cartera vencida ha ido en aumento durante 2024, con cifras que pasaron de $164.991 millones en enero de ese año a $253.106 millones en enero de 2025. Esta acumulación de deuda se distribuye en distintos rangos de antigüedad, con más de $63.979 millones en facturas vencidas por más de 360 días, lo que refleja la falta de cumplimiento en los pagos.
Forero ha advertido que Nueva EPS no reporta estados financieros a la Superintendencia de Salud desde marzo de 2024, lo que genera dudas sobre su real situación económica y su capacidad de pago.
Ante esta falta de transparencia, el congresista ha iniciado una estrategia para solicitar información directamente a los hospitales afectados. «Hemos comenzado a enviar derechos de petición hospital por hospital para conocer la realidad«, dijo.
(Vea: Los desafíos que generan las enfermedades huérfanas al sistema de salud)
Nueva EPS
Archivo EL TIEMPO
El retraso en los pagos no solo afecta las finanzas del hospital, sino que también compromete su operación diaria y la calidad del servicio prestado a los pacientes.
(Vea también: Adres inicia el pago de los ajustes de presupuestos máximos de 2022)
La dirección del Husi alertó sobre las consecuencias de la deuda de Nueva EPS, señalando que la falta de recursos «compromete la adquisición de insumos, el pago a proveedores y la continuidad de la atención a los pacientes, lo que pone en riesgo la sostenibilidad de la institución y la calidad del servicio ofrecido a la comunidad«.
Uno de los impactos más visibles de esta crisis ha sido el cierre del servicio de atención de partos, anunciado el 17 de diciembre de 2024. Si bien la institución aclaró que esta decisión no obedece exclusivamente a la falta de pagos de Nueva EPS, sí reconoció que la crisis financiera ha sido un factor determinante.
(Lea: Minhacienda ordena pagar presupuestos máximos de 2022)
Entre las razones adicionales mencionadas se encuentra la disminución en la demanda de estos servicios en los últimos años y la necesidad de optimizar la infraestructura hospitalaria para priorizar otros servicios críticos, como urgencias y cirugías programadas.
Finanzas en salud
iStock
¿Un problema estructural?
El caso de Nueva EPS y el Hospital San Ignacio no es un hecho aislado. La crisis financiera de las EPS en Colombia ha sido una constante en los últimos años, con múltiples denuncias de hospitales y clínicas por pagos atrasados que ponen en riesgo la viabilidad del sistema. Esta problemática se debe en gran medida a deficiencias en el modelo de financiación de la salud, la falta de flujo de recursos desde el Estado y la ineficiencia administrativa de algunas EPS.
(Vea: Minsalud logra aclaraciones de la Corte Constitucional sobre los autos en salud)
El caso de Nueva EPS es particularmente preocupante porque es la entidad con mayor número de afiliados en el país, lo que significa que su estabilidad financiera es crucial para el acceso a los servicios de salud de millones de colombianos. Sin embargo, su falta de rendición de cuentas y el retraso en los pagos generan incertidumbre sobre su capacidad para seguir operando sin afectar a los usuarios y a la red hospitalaria.
La deuda de Nueva EPS con el Hospital San Ignacio refleja la fragilidad del sistema de salud en Colombia y la urgente necesidad de una reforma que garantice un flujo de recursos oportuno a los prestadores de salud. La falta de pago compromete la estabilidad de los hospitales, afecta a los pacientes y pone en riesgo la sostenibilidad del sistema en su conjunto.
(Lea más: ‘Hacemos todo lo posible para no sacrificar servicios’: Profamilia)
Fuente de TenemosNoticias.com: www.portafolio.co
Publicado el: 2025-02-28 11:59:00
En la sección: Sección