Impuestos en Colombia podría ser un palo en la rueda para el crecimiento económico | Impuestos | Economía

Encontrar salidas a la desaceleración y evitar un déficit fiscal, son tal vez en este momento las prioridades de las autoridades monetarias y fiscales del país, dado que los ahorros en materia de imagen se acabaron y las calificadoras comenzaron a bajar la perspectiva de riesgo en el mediano y corto plazo, advirtiendo que los problemas de caja no son menores.

El hecho de que los ingresos no se materialicen al ritmo que se espera y aunque están en un mejor nivel que el año pasado, siguen por debajo de las proyecciones del Ministerio de Hacienda, o que el gasto público vaya en aumento, pero no se ponga en marcha un plan de reactivación; son parte del panorama que genera duda entre las autoridades económicas.

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Así las cosas, el gobierno de Gustavo Petro está ante una disyuntiva en la que debe conseguir más plata o ajusta se gasta menos y según las recientes movidas que se han anunciado desde la Casa de Nariño, todo parece indicar que apretarse el cinturón no es una opción, si se tiene en cuenta que Diego Guevara salió del Minhacienda cuando anunció que estaban pensando en un nuevo aplazamiento del Presupuesto General de la Nación.

El camino de una reforma

Partiendo de que su necesidad es más plata, desde que comenzó este año se viene moviendo la idea dentro del Ejecutivo, de impulsar una reforma tributaria que compense no solo lo perdido con el hundimiento de la ley de financiamiento en diciembre del 2024, sino que asegure los recursos para impulsar las apuestas sociales de Petro Urrego.

La información más reciente sobre la eventual reforma se conoció hace dos semanas, cuando desde el Minhacienda se dejó claro que todavía no hay una fecha para su radicación, dado que se evalúa la relación con el Congreso y la viabilidad de fortalecer los ingresos en un contexto de crecimiento económico.

Desde el Gobierno también explicaron en su momento que los ingresos de una eventual reforma no están contemplados en el Presupuesto General de la Nación y sólo se incluirían si el Congreso la aprueba. Todo esto de la mano con una estrategia que contempla el fortalecimiento de la Dian, en el cual la reforma podría integrarse para mejorar la recaudación, y un manejo riguroso de la caja para garantizar la sostenibilidad fiscal.

No obstante, tras la salida de Diego Guevara se han revivido los temores en el mercado, relacionados con la posibilidad de que en el Ministerio de Hacienda se adopte una posición de gasto excesivo que complique la situación fiscal y deteriore aún más la confianza de los inversionistas, lo cual derivará en un ritmo lento de la economía.

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¿Se necesita una reforma?

Tomando como referencia todo lo mencionado anteriormente, hay que decir que esta semana se conoció un informe de Sectorial.co, en el cual se advierte que el país necesita una reforma tributaria, pero no bajo el enfoque que está planteando el Presidente de la República y que si no se hacen las cosas bien, el más afectado será el crecimiento del PIB.

Alejandro Escobar, gerente estratégico de esta firma, indicó que la economía colombiana se encuentra en un momento crucial, con proyecciones que indican un crecimiento del 2,7% para 2025, una mejora respecto al 1,7% del año anterior, lo cual es una señal positiva que marca una tendencia que requiere diversos esfuerzos para consolidarla.

Crecimiento Económico

Cortesía – A.P.I.

Aunque Escobar celebra el dato, recuerda que esta realidad tiene dos caras y que en la otra se encuentra el déficit fiscal proyectado para 2025, que es del 5,1% del PIB y marca una brecha significativa entre los ingresos y los gastos del gobierno, lo que puede tener varias implicaciones negativas para la economía del país.

“Un déficit fiscal elevado puede llevar a un aumento de la deuda pública, lo que a su vez puede generar mayores costos de financiamiento y limitar la capacidad del gobierno para invertir en áreas clave como infraestructura, educación y salud”, explicó.

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Debido a estos riesgos, planteó que es fundamental revisar la estructura tributaria para no ahogar el crecimiento económico, insistiendo en que la alta carga tributaria, tanto para empresas como para personas, sigue siendo un obstáculo para la estabilidad de las industrias y se convierte en un palo en la rueda a la hora de generar desarrollo.

“Aunque en los últimos cuatro años se han implementado dos reformas tributarias, los resultados no han sido los esperados. La economía no ha mostrado un estímulo significativo y el recado fiscal no ha aumentado como se anticipaba”, apunta el analista.

ISE

Archivo EL TIEMPO

El vocero de Sectorial.co agregó que hay modelos económicos que han demostrado que no siempre el camino es subir los impuestos, ya que esto limita el margen de maniobra. En contrapropuesta sugiere enfocar al país en un debate sobre cómo hacer eficiente el esquema tributario desde el recaudo hasta el uso de los dineros que genera.

“La curva de Laffer sugiere que aumentar los impuestos podría disminuir el recaudo fiscal en lugar de aumentarlo. Esto se debe a que, a partir de cierto punto, los aumentos en las tasas impositivas pueden desincentivar la inversión y el consumo, reduciendo así la base impositiva y, en última instancia, los ingresos fiscales, sostuvo.

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El camino a seguir

Con base en esto, cerró diciendo que en lugar de una nueva reforma tributaria, el país debería enfocarse en estimular sectores con altos márgenes de utilidad y fortalecer la confianza empresarial, teniendo en cuenta que una nueva carga impositiva podría afectar significativamente la dinámica de los negocios, desincentivando la inversión y el consumo. Esto, en última instancia, reduciría la base impositiva y limitaría el crecimiento de los ingresos fiscales.

Por último, advirtió que sectores como el manufacturero, el comercio y los servicios serían los más vulnerables a un aumento de impuestos, pues ya enfrentan una alta carga tributaria con márgenes de utilidad reducidos. En este contexto, sugiere que las políticas económicas deberían centrarse en fomentar la inversión y el desarrollo sostenible, en lugar de recurrir a más impuestos que podrían frenar la expansión del sector productivo y la generación de empleo.