Un senador de EEUU logra reunirse con Kilmar Ábrego, el salvadoreño preso en el CECOT deportado «por error» | elmundo.es

El senador demócrata de EEUU Chris Van Hollen ha logrado finalmente reunirse este jueves con Kilmar Ábrego García, el salvadoreño deportado «por error» al Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) en El Salvador, cuya liberación y retorno ha sido solicitada por la Corte Suprema estadounidense al Gobierno de Donald Trump al que ha pedido que «facilite» su regreso.

El senador ha informado a través de su cuenta de X del encuentro tras publicar una fotografía en la que se ve junto a Ábrego, de 29 años, quien portaba una visera y una camisa a cuadros, lejos de la indumentaria habitual con la que visten a los presos de la denominada Alcatraz de El Salvador, donde están obligados a vestir con un pantalón y camisetas blancas y sin calzado.

Van Hollen ha recalcado que había cumplido con su principal objetivo de reunirse con el recluso para conocer su estado de salud, quien fue deportado hace unas semanas acusado de pertenecer a la MS-13 (Mara Salvatrucha), tras haber vivido durante aproximadamente 14 años en EEUU, donde se casó y estaba criando a tres hijos.

«Llamé a su esposa, Jennifer, para transmitirle su mensaje de cariño. Espero poder dar una actualización completa a mi regreso», señaló el senador. Poco después, el propio presidente de El Salvador, Nayib Bukele, publicó en sus redes sociales tres fotografías del salvadoreño deportado junto al senador demócrata en lo que parecer ser un restaurante fuera de la prisión. No obstante, el mandatario cerró cualquier puerta a su regreso a EEUU al escribir «ahora que él ha sido confirmado saludable, él tiene el honor de estar en custodia de El Salvador».

Bukele fue más allá al asegurar de manera irónica que «Kilmar Ábrego García, milagrosamente resucitado de los «campos de exterminio» y la «tortura», ahora disfruta bebiendo margaritas con el senador Van Hollen en el paraíso tropical de El Salvador».

El encuentro entre el senador y el preso salvadoreño fue posible, después de que militares impidieran a Van Hollen ingresar al CECOT al alegar que no contaba con ningún permiso para la visita a este centro penitenciario destinado a albergar a 40.000 pandilleros en el marco de la guerra contra las pandillas puesta en marcha por Bukele desde que asumió el poder en 2019.

Un retén militar

Van Hollen compareció ante la prensa para informar de que un retén militar ubicado a tres kilómetros de la megacárcel, ubicada en Tecoluca (San Vicente) le había impedido el paso, tras haber viajado a El Salvador con el abogado de la esposa y madre de Ábrego García, Chris Newman. En su rueda de prensa, el senador denunció que «desde el momento en que el señor Ábrego García fue raptado y traído acá, no ha tenido ninguna comunicación con nadie desde ese día».

Horas después, el Gobierno salvadoreño permitió la visita, si bien fue fuera de las instalaciones del CECOT. De momento, se desconoce las consecuencias que podría tener este encuentro, aunque ni Trump ni Bukele tienen ninguna intención de devolver a Ábrego García a EEUU, después de que fuera detenido en su domicilio en Maryland, el pasado 12 de marzo, por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE por sus siglas en inglés). Así lo señalaron ambos en la reunión que mantuvieron el pasado 14 de abril en la Casa Blanca, donde obviaron la postura de la Corte Suprema de EEUU.

«Espero que no esté sugiriendo que meta a un terrorista de contrabando en EEUU», dijo Bukele, tras ser preguntado por un periodista. «¿Cómo voy a introducir a un terrorista de contrabando en EEUU? Por supuesto que no voy a hacerlo. La pregunta es absurda», aseguró.

Tras ser trasladado a un centro de detención en Texas, fue deportado junto a 238 reclusos a El Salvador, acusados sin una sentencia previa de ser miembros de la organización criminal venezolana Tren de Aragua. Asimismo, en esta operación, se incluyeron 20 salvadoreños, incluido Ábrego, acusados de formar parte de la MS-13. Poco después, el Gobierno de EEUU admitió que Ábrego había sido deportado por un «error administrativo», pero insistió en que formaba parte de la pandilla.

La deportación del salvadoreño provocó que la jueza del Tribunal de Distrito de EEUU, Paula Xinis, ordenara al Gobierno de Trump que facilitara su retorno como máximo el 7 de abril, si bien el Ejecutivo apeló esa decisión. Sin embargo, la Corte Suprema de EEUU ordenó el 10 de abril que Ábrego García regresara a ese país, aunque no estableció un plazo concreto.

Poco antes de reunirse con Ábrego García, el senador demócrata anunció que no se quedaría «de brazos cruzados» y recalcó que hará otros esfuerzos para que tenga un «debido proceso», teniendo en cuenta que «sabemos que no es ningún terrorista, que ha sido detenido ilegalmente y está dentro de una prisión».

«Soy el primer senador que ha venido por el caso del señor Ábrego García, pero les aseguro que no seré el último, porque no nos rendiremos hasta que tenga su debido proceso», zanjó Van Hollen, quien el pasado miércoles se reunió con el vicepresidente de El Salvador, Féliz Ulloa, a quien pidió tener un contacto con Ábrego, con el fin de conocer su estado de salud, si bien no recibió ninguna respuesta positiva. Además, informó que la Embajada de EEUU en el país centroamericano no ha recibido ninguna petición por parte de Trump para tener conocimiento de la situación del salvadoreño confinado en el CECOT.

Por su parte, el denominado zar de la frontera de la Casa Blanca, Tom Homan, ya advirtió el pasado martes de que si Ábrego García regresa a EEUU, será «detenido y deportado nuevamente», dado que, según aseguró en una entrevista en Fox News, «es un miembro de la pandilla MS-13 según nuestra inteligencia y la inteligencia de El Salvador».

Un día después, el juez federal James Boasberg consideraba que existe una causa probable para declarar al Gobierno de Donald Trump en desacato por ignorar una orden judicial que solicitaba el regreso a EEUU de aviones cargados con inmigrantes, en su mayoría venezolanos, desde El Salvador. Así, el magistrado ordenó al Gobierno actuar con celeridad para evitar consecuencias más graves para su administración. Lejos de acatar las directrices judiciales, la Casa Blanca ha anunciado ya que recurrirá, por lo que de momento, no hay visos de que Ábrego Gacía pueda regresar con su familia y salir del infierno del CECOT.