Existen algunos tratamientos para la migraña, pero las personas que la sufren saben que, por lo general, no son suficientes. Por eso, los científicos suelen indagar tanto en nuevas opciones como en aplicaciones distintas de las opciones que ya se estaban utilizando. En este último grupo se encuentra el caso del Ubrogepant, un fármaco que se ha usado en Estados Unidos desde 2019 y que ahora, según un nuevo estudio realizado por científicos de varios centros de investigación estadounidenses, podría tener nuevas aplicaciones.
La aplicación sigue siendo el tratamiento de la migraña. Lo que cambia es el momento en el que se toma y los síntomas que ataja. Y es que estos científicos han realizado un ensayo clínico en el que se demuestra que, si se toma cuando se detectan los síntomas previos al dolor de cabeza, no solo mejoran estos síntomas. El propio dolor de cabeza, cuando llega, lo hace de una forma mucho más llevadera.
Esto parece obvio. Cuanto antes tomes precauciones, mejor. Sin embargo, con este tratamiento para la migraña han observado resultados más relevantes que con otros. En su día, cuando se probó, la conclusión de los ensayos clínicos fue que funciona, pero tampoco era nada del otro mundo. Ahora sabemos que, simplemente, no se estaba usando en su momento más necesario.
¿Qué es el Ubrogepant?
El Ubrogepant es un un fármaco antagonista del receptor del péptido relacionado con el gen de la calcitonina. En España no está aprobado. Sin embargo, hay otro tratamiento contra la migraña del mismo grupo de fármacos que sí es más habitual. Se trata del Atogepant, conocido comercialmente como AQUIPTA.
Un tratamiento contra la migraña que no era para tanto
En los primeros ensayos clínicos que se llevaron a cabo con Ubrogepant en Estados Unidos, los dolores de cabeza fueron menos intensos en comparación con quienes tomaron placebo. Por eso, junto al hecho de que no producía efectos secundarios remarcables, se decidió su aprobación como tratamiento frente a la migraña. Sin embargo, en todo momento se ha sabido que no era la mejor opción.
Era necesario mejorar los resultados del fármaco y, para ello, muchos científicos han querido explorar otras formas de administrarlo. En vez de usarlo cuando empiecen los síntomas, ¿podría ser útil tomarlo antes?

Los síntomas que avisan de lo que está por venir
Ángela tiene migraña diagnosticada desde hace años. Lo peor son los dolores de cabeza, desde luego. Sin embargo, a veces también experimenta unos síntomas previos que no siempre identifica a tiempo, pero que resultan ser un aviso de lo que está por venir.
“A veces hay síntomas de aviso y otras veces no”, explica. “En algunas ocasiones, lo primero que notas es que ves mal, como si te aumentara la miopía de golpe, y también destellos, como cuando te aprietas los ojos”. Además, refiere sentir “náuseas, antes y durante la migraña, sensación de vértigo y molestias en la cara al tacto”.
Según refiere, los problemas visuales se dan cuando es migraña con aura. Pero, en general, toda migraña puede ir acompañada de esos síntomas previos. Los más habituales, además de los que ella menciona, suelen ser fatiga, sensibilidad a la luz, antojos de comida y dolor en el cuello.
Un ensayo clínico para reubicar un tratamiento contra la migraña conocido
Para la realización del estudio sobre el Ubrogepant que se acaba de publicar, sus autores reclutaron a 438 personas con migrañas frecuentes y señales de advertencia varias horas antes. Todos tomaron dos píldoras, una cuando comenzaron las primeras señales y otras justo al inicio de la segunda ronda de síntomas. En todos los casos, una de esas píldoras era placebo, pero ellos no sabían cuál.
Después del tratamiento, se evaluó la gravedad de la migraña mediante unas encuestas autoinformadas en las que, a través de 5 puntos, se evaluaba la capacidad para llevar a cabo una vida normal a pesar del dolor.
De este modo, se vio que cuando la primera píldora era Ubrogepant, había una diferencia clara en el tratamiento de la migraña. Dos horas después de tomarla, tenían un 73 % más de probabilidad de funcionar con normalidad. Además, al día siguiente, el 65 % de estas personas aseguraron sentirse muy poco o nada limitadas. Este porcentaje fue del 48 % para quienes habían tomado placebo en la primera ronda.


Todo esto hace referencia a la migraña en sí. Sin embargo, los síntomas previos, conocidos como pródromos, también disminuyeron. Por ejemplo, a las 3 horas de tomar el fármaco en la primera toma, el 27,3 % informó ausencia de fatiga, frente al 16,8 % que tomó placebo. Con respecto al dolor de cuello, los porcentajes fueron respectivamente del 28,9 % y el 15 %. Y también hubo diferencias con el mareo, que fue un tercio más bajo 24 horas después de la dosis entre aquellos que tomaron el medicamento primero.
En cambio, cuando el placebo fue al principio y el fármaco se tomó con la migraña ya comenzada, apenas hubo diferencias.
Eso significa que el problema no estaba en el fármaco como tal, sino en el momento en el que se tomaba. ¿Llevarán estos hallazgos a que se apruebe el Ubrogepant en más países? ¿Serán los resultados aplicables a fármacos como nuestro Atogepant? Tendremos que esperar para conocer las respuestas; pero, al menos, ya sabemos que podría haber una forma de cortar con la migraña desde la raíz. Es una buena noticia para quienes la sufren.
Fuente de TenemosNoticias.com: hipertextual.com
Publicado el: 2025-05-14 03:42:00
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