A pasar la Semana Santa en Pasto

Nuestro total apoyo al alcalde de Pasto Nicolás Toro, por la transcendental importancia que le ha dado a la conmemoración de la Semana Santa en la ciudad.

Busca el mandatario municipal que, así como Pasto es conocida a nivel nacional e internacional por su Carnaval de Negros y Blancos, suceda lo mismo con su Semana Santa para que la ciudad se convierta en esta temporada, en un atractivo turístico de primer orden, tal como sucede con las tradicionales fiestas de enero.

Hay material de calidad para que se cumpla este propósito, puesto que Pasto alberga las iglesias, más hermosas y majestuosas del país, las que con toda seguridad harán el deleite de los turistas.

Igualmente, la Senda de la Fe, que será inaugurada hoy, en un recorrido que va desde el Palacio de Justicia, hasta el Concejo de Pasto, está llamada a convertirse en un gran atractivo para los miles de turistas que esperamos lleguen a la capital nariñense en esta Semana Santa.

No es para menos, si tenemos en cuenta que esas imponentes obras religiosas, son de la autoría de los maestros y artesanos del Carnaval de Negros y Blancos, quienes se unieron para hacer de esta Senda de la Fe, un espectáculo maravilloso e inolvidable, para propios y visitantes. Tenemos entonces, una cantidad de eventos religiosos, incluidas las solemnes procesiones, que nada tienen que envidiarle a las que se realizan en la ciudad de Popayán.

Nos encantan esos cambios, que le dan un aire renovador a la conmemoración de la Semana Santa en Pasto, con alternativas que llaman la atención de los fieles y con seguridad, atraerán a miles de turistas, no solo de Colombia, sino del exterior.

Mucha agua ha pasado bajo los puentes, cuando en las épocas de mi lejana juventud, me tocó aguantarme las semanas santas más aburridas de mi vida. Era cuando desde el Lunes Santo, todas las emisoras del pais, suspendían su programación habitual que en esa época solo era de noticieros y radionovelas, para moler de manera ininterrumpida, música sacra y la carne animal y humana se quitaba del menú, puesto que ante el riesgo de “quedarse” pegados era peligroso sostener relaciones sexuales y si la música religiosa no hacía que se durmiera como una marmota, lo más probable es que ello lo consiguiera con el Sermón de las 7 palabras que  cuando era corto duraba unas 6 horas y media.

Ahora felizmente, sin que se pierdan la fe y la devoción, ha cambiado la manera de celebrar la Semana Santa, como lo podremos comprobar en Pasto, donde como están previstas las cosas, tendremos unos días santos inolvidables que nos acercarán más a Nuestro Señor Jesucristo.