Cada vez está más claro que hay cometas, con unas características muy específicas, que no son como los demás. Esta clase minoritaria de cometas se caracteriza sobre todo porque, a diferencia de los cometas más comunes, los oscuros, como su nombre sugiere, no brillan apenas. Estos cometas oscuros parecen asteroides pero se desplazan como los cometas. Ahora, un nuevo estudio apunta a la existencia de dos subtipos de cometas oscuros.
El estudio es obra de un equipo que incluye, entre otros, a Darryl Seligman, de la Universidad Estatal de Michigan, y Davide Farnocchia, del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA, en Estados Unidos ambas instituciones.
El primer cometa oscuro se detectó hace pocos años. No mucho tiempo después, otros seis fueron encontrados.
En el nuevo estudio se han descubierto otros siete, duplicando así la cantidad de cometas oscuros conocidos. Los autores del estudio se han percatado además de que los cometas oscuros pertenecen a una u otra de dos poblaciones de ellos: la de los de gran tamaño (cientos de metros o más de extremo a extremo) que residen en la periferia del sistema solar y la de los de pequeño tamaño (decenas de metros) que residen en la región central del sistema solar (la franja orbital que incluye a Mercurio, Venus, la Tierra y Marte).
El primer indicio de la existencia de cometas oscuros se obtuvo al observar, en un estudio de 2016, que la trayectoria del “asteroide” 2003 RM se había desviado de su órbita prevista sin que ningún objeto lo hubiera perturbado con su gravedad. Esa desviación no podía explicarse por las fuerzas no gravitacionales que típicamente afectan a de los asteroides, como el efecto Yarkovsky. Este efecto es el pequeño empuje proporcionado por el Sol al calentar un asteroide, que absorbe su luz y la reemite en forma de calor. A lo largo del tiempo, este efecto puede influir en la trayectoria del asteroide.
La desviación observada en la órbita de 2003 RM encajaba en cambio con lo que cabe esperar de un cometa, con material volátil expulsado en forma de gas de su superficie, dando ello un empuje considerablemente mayor que el que reciben los asteroides por el efecto Yarkovsky.
En el nuevo estudio, Seligman, Farnocchia y sus colegas han determinado que el subtipo de cometas oscuros caracterizado por un gran tamaño y por residir en la periferia del sistema solar tiene características similares a las de los cometas de la familia de Júpiter: la principal es que unos y otros poseen órbitas muy elípticas.
Los cometas oscuros se desplazan como los cometas pero por su escaso brillo se parecen más a los asteroides que a los cometas. (Imagen: NASA)
En cuanto al subtipo de cometas oscuros caracterizado por un tamaño pequeño y por residir en la zona central del sistema solar, han comprobado que sus órbitas son casi perfectamente circulares.
El estudio se titula “Two distinct populations of dark comets delineated by orbits and sizes”. Y se ha publicado en la revista académica Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS). (Fuente: NCYT de Amazings)
Fuente de TenemosNoticias.com: noticiasdelaciencia.com
Publicado el: 2024-12-12 05:45:00
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