¡DIOS MIO! ¿EN QUE PAÍS VIVIMOS!

Lo que nos faltaba en esta Colombia, a la que no le cabe un escándalo más: el senador Iván Name y el representante a la Cámara, Andres Calle, expresidentes del Congreso, desde la tarde del pasado miércoles se encuentran detenidos por orden de la Corte Suprema de Justicia.

Es aberrante ver como nuestros “padres de la Patria”, como vulgares delincuentes, fueron privados de la libertad por la Policía y funcionarios del Cuerpo Técnico de Investigación CTI, en desarrollo de la investigación sobre el entramado de corrupción de la Unidad de Gestión del Riesgo de Desastres-UNGRD-

Ante esto nos toca preguntarnos, ¡Dios mío! ¿en qué país vivimos?, al ver como los congresistas a quienes los colombianos hemos elegido con nuestros votos, quienes debieran ser ejemplo de buen comportamiento y moral, actúan como unos ladrones de cuello blanco, al ser protagonistas de unas acciones claramente criminales y corruptas.

Lamentablemente, todavía hay más. A las acusaciones contra Name y Calle de haber recibido enormes coimas proveniente del dinero robado a la UNGRD, en el concierto para delinquir que conformaron los exdirectores de la unidad, Olmedo López y Sneyder Pinilla, en complicidad con el empresario pastuso, Luis Eduardo López Rosero, también hay acusaciones contra otros congresistas y excongresistas y exministros que misteriosamente se quedaron callados, quizá por instrucción presidencial. Por ello, se esperan más ordenes de captura, lo que agravará este escándalo más grande que una catedral.

Por ello, hoy nos enfrentamos a un panorama oscuro, en un gobierno que como el del señor presidente de la República, Gustavo Petro, se ha caracterizado desde sus inicios por grandes escándalos, protagonizados por él mismo, sus familiares, sus inmediatos colaboradores, sus ministros y exfuncionarios y los congresistas, como sucede en este caso.

En ese sentido, resulta curiosa la reacción del mandatario nacional ante la detención de los dos congresistas. En efecto, como el senador Iván Name ha sido uno de sus principales detractores en el Congreso y no aprobó sus reformas no vaciló en calificarlo de “un ladrón y delincuente que va ir a parar a la cárcel”.

Pero como el otro detenido, el representante a la Cámara, Andrés Calle, fue su entusiasta jefe de campaña en el departamento de Córdoba y hace parte de la línea liberal petrista, apartada de las directrices del presidente de la colectividad roja, César Gaviria, el presidente Gustavo Petro, prefirió guardar silencio, a lo que nosotros nos preguntamos, ¿será que, para el presidente, los malos, ladrones y corruptos, son los que no están con él? ¡Cójanme este trompo con la uña!

Por lo pronto, la realidad es que el mandatario nacional se despachó en contra del senador Iván Name, de quien además dijo que “robó al Gobierno, palabras que son la causa para que el representante por el departamento de Antioquia, Hernán Cadavid, ripostara en las últimas horas al decir es que realidad es que el Gobierno del presidente Gustavo Petro compró vastos sectores del Congreso, con el de lograr las mayorías, lo que de acuerdo con las manifestaciones públicas del congresista Cadavid, fue hecho por sus funcionarios de confianza con un claro propósito criminal y político, por lo que aduce que no vale que ahora Petro se haga pasar como una víctima sorprendida.

Al respecto, Hernán Cadavid, concluye en que es necesario que el paìs conozca la verdad y, nosotros decimos lo mismo, queremos saber la verdad de todos estos turbios episodios, que hoy tipifican el acostumbrado escándalo en nuestro país.