En las últimas décadas, la arqueología ha vivido una auténtica revolución tecnológica. Entre las herramientas más impactantes que están transformando la forma en que los arqueólogos investigan el pasado, los drones ocupan un lugar destacado. Estas aeronaves no tripuladas están permitiendo descubrir, documentar y proteger sitios arqueológicos con una eficacia y precisión sin precedentes.
¿Por qué usar drones en arqueología?
Tradicionalmente, la arqueología ha dependido de métodos manuales y trabajo de campo intensivo. El uso de drones equipados con cámaras de alta resolución, sensores multiespectrales y tecnología LIDAR (detección por luz y distancia) permite ahora obtener una visión panorámica y detallada del terreno sin necesidad de excavaciones invasivas.
Los drones ofrecen ventajas clave:
-Cartografía aérea de alta precisión: Los mapas topográficos generados con imágenes aéreas permiten visualizar estructuras enterradas o apenas visibles a nivel del suelo.
-Acceso a zonas remotas o peligrosas: En regiones de difícil acceso, como selvas densas o zonas desérticas, los drones pueden operar sin poner en riesgo a los investigadores.
-Documentación eficiente: Un dron puede registrar miles de imágenes en minutos, lo que antes tomaba semanas a pie.
-Monitoreo y conservación: Con vuelos periódicos, se pueden detectar cambios en el terreno, deterioro de estructuras o saqueos ilegales.
Casos reales: del Perú a Egipto
Uno de los casos más emblemáticos es el uso de drones en la región de Nazca, Perú. Gracias a vuelos con cámaras multiespectrales, arqueólogos japoneses identificaron nuevas líneas y geoglifos nunca antes registrados, sin necesidad de excavar.
En Egipto, los drones están ayudando a cartografiar tumbas y templos en el Valle de los Reyes. En combinación con imágenes térmicas, se han detectado cámaras ocultas y pasadizos subterráneos.
Otro ejemplo fascinante se encuentra en España, donde arqueólogos han utilizado drones para reconstruir digitalmente asentamientos ibéricos en Cataluña, revelando su extensión y urbanismo sin alterar el terreno.
LIDAR: viendo lo invisible
Una de las tecnologías más revolucionarias asociadas a los drones es el LIDAR, que puede «ver» a través de la vegetación. Este sistema ha sido crucial en el descubrimiento de ciudades mayas escondidas bajo la selva en Guatemala. Las imágenes obtenidas revelaron carreteras, pirámides y redes hidráulicas, demostrando que estas civilizaciones eran más complejas de lo que se creía.
Arqueología del siglo XXI
El uso de drones no reemplaza el trabajo tradicional del arqueólogo, pero lo potencia enormemente. “Nos permite hacer preguntas nuevas y explorar sitios sin dañarlos”, explica la arqueóloga española Ana María Paz, especializada en arqueología digital. “Además, reduce los costos y hace más accesible la investigación para equipos pequeños”.
También se están desarrollando modelos 3D interactivos a partir de los datos recogidos por drones. Estos modelos permiten no solo estudiar los sitios desde cualquier lugar del mundo, sino también acercar la historia al gran público mediante experiencias inmersivas en realidad virtual.
La integración de drones en la arqueología no es una moda pasajera, sino una transformación profunda del enfoque científico. Gracias a estos aliados voladores, los secretos del pasado emergen con una claridad nunca vista. El cielo, una vez solo fuente de inspiración mitológica, es hoy una herramienta clave para redescubrir nuestras raíces.
Fuente de TenemosNoticias.com: noticiasdelaciencia.com
Publicado el: 2025-07-03 03:05:00
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