El adiós de Erika Morales

Con profundo dolor y respeto, se confirmó el fallecimiento de Erika Deyanira Morales, la joven de aproximadamente 20 años que, tras años de sufrimiento físico y emocional, optó por acceder a la eutanasia. Su partida tuvo lugar este sábado en la Clínica Valle de Atriz, a donde fue trasladada desde el Hospital San Pedro de Pasto, en cumplimiento de su decisión.

Víctima

Erika, originaria de Los Andes – Sotomayor, Nariño, fue víctima de un atroz ataque que cambió su vida para siempre. Años atrás, sufrió una brutal agresión con una botella en la cabeza, lo que le provocó graves secuelas en su salud. Desde entonces, su vida se convirtió en una constante lucha: cirugías, tratamientos y el dolor físico y emocional de enfrentar un futuro lleno de limitaciones.

A pesar de su fortaleza, los padecimientos se volvieron insoportables. Enfrentó un largo proceso médico y legal para acceder al derecho de una muerte digna, en un país donde la eutanasia sigue siendo un tema controversial.

Justicia

Aunque Erika ha partido, su familia no descansará hasta que se haga justicia. Sus seres queridos exigen que se capture y condene a los responsables del ataque que marcó su destino. “No solo le arrebataron la posibilidad de vivir plenamente, sino que la condenaron a años de sufrimiento”, expresó un familiar en medio del dolor.

Las autoridades aún no han dado respuesta clara sobre el paradero de los agresores. La comunidad de Nariño, conmovida por la historia de Erika, se ha unido al llamado de justicia, exigiendo que este caso no quede impune.

Adiós

Erika será recordada no solo por su tragedia, sino por su determinación, su lucha incansable y su deseo de decidir sobre su propio destino. Amigos, familiares y vecinos de Los Andes – Sotomayor se reunirán para despedirla y rendirle homenaje en su tierra natal, donde creció y soñó con un futuro distinto.

En redes sociales, el caso ha generado una ola de mensajes de condolencias y llamados a la acción. Su historia quedará en la memoria de muchos como un testimonio de resistencia, dignidad y el reclamo de una sociedad más justa y compasiva.