El origen del planeta WASP-121b, tan caliente como una estrella

WASP-121b es un planeta gigante ultracaliente que orbita en torno a su estrella a una distancia de tan solo el doble del diámetro de esta, completando una órbita en tan solo unas 30 horas y media. El planeta posee dos hemisferios muy distintos: uno que siempre está orientado hacia su estrella y que alcanza una temperatura de no menos de 3.000 grados centígrados, y un hemisferio sumido en una noche perpetua donde la temperatura es del orden de los 1.500 grados.

En el lado diurno, la temperatura del planeta iguala a la de la superficie de las estrellas más frías. La superficie de una estrella es el borde aparente de esta.

Las temperaturas diurnas en WASP-121b son lo suficientemente altas como para que los materiales refractarios (normalmente compuestos sólidos resistentes al calor intenso) existan como componentes gaseosos de la atmósfera del planeta.

Desde el primer momento se sospechó que este planeta no se formó tan cerca de su estrella, sino bastante más lejos. Ahora un nuevo estudio confirma que su composición química no concuerda con una formación en un entorno tórrido y además ha sido posible determinar en qué franja orbital se formó.

El estudio lo ha realizado un equipo encabezado por Thomas M. Evans-Soma, del Instituto Max Planck de Astronomía (MPIA) en Heidelberg, Alemania. Las observaciones astronómicas principales en las que se basa el estudio se efectuaron con el Telescopio Espacial James Webb (JWST), fruto de una colaboración internacional encabezada por la NASA, la ESA y la CSA, respectivamente las agencias espaciales estadounidense, europea y canadiense.

Los planetas se forman dentro de un disco de gas y polvo que rodea a una estrella joven. Dependiendo de la cercanía de cada punto del disco a la estrella central, la temperatura en ese punto será distinta. El equipo de investigación concluyó que WASP-121b probablemente acumuló la mayor parte de su gas en una región orbital lo suficientemente fría como para que el agua permaneciera congelada, pero lo bastante cálida como para que el metano (CH₄) se evaporara y pasara a existir en estado gaseoso.

Recreación artística que representa la etapa en la que WASP-121b acumuló la mayor parte de su gas. Después migró desde la fría periferia de su sistema solar hasta situarse muy cerca de su estrella. (Imagen: T. Müller (MPIA/HdA). CC BY-SA)

En nuestro sistema solar, esta región se encuentra en una franja situada aproximadamente entre las órbitas de Júpiter y Urano.

Lo descubierto indica que, tras su formación, el planeta experimentó cambios en su órbita que lo llevaron a dar un largo viaje desde la fría periferia de su sistema solar hasta las inmediaciones de su estrella.

El estudio se titula “SiO and a super-stellar C/O ratio in the atmosphere of the giant exoplanet WASP-121b”. Y se ha publicado en la revista académica Nature Astronomy. (Fuente: NCYT de Amazings)