Un espectacular hallazgo pone en entredicho conceptos sobre la vida animal que parecían bases incuestionables de la arquitectura de la vida animal.
Unos científicos han descubierto que una especie de ctenóforo, concretamente la Mnemiopsis leidyi, posee la capacidad de fusión entre individuos. La fusión parece producirse como una estrategia extrema de supervivencia, cuando dos individuos han sufrido heridas graves que amenazan su vida, y convirtiéndose en uno solo se complementan mutuamente y es más probable que sobrevivan.
Las observaciones revelan que pocas horas después de comenzar la fusión, ambos individuos sincronizan sus contracciones musculares y mezclan sus tractos digestivos. Lo primero permite coordinar los movimientos corporales de ambas partes del nuevo ser. Lo segundo permite alimentar a cada una de ellas.
El estudio lo ha realizado un equipo encabezado por Kei Jokura, del Instituto de Sistemas Vivientes, adscrito a la Universidad de Exeter en el Reino Unido.
Lo descubierto sugiere que los ctenóforos carecen de un sistema de alorreconocimiento, que es la capacidad biológica de distinguir entre uno mismo y los demás. Además, el fenómeno observado demuestra que dos individuos separados pueden fusionar rápidamente sus sistemas nerviosos y compartir potenciales de acción.
Jokura y sus colegas hicieron el descubrimiento tras mantener una población de ctenóforos en un tanque de agua de mar en el laboratorio. Observaron un individuo inusualmente grande que parecía tener algunas partes de su cuerpo duplicadas en vez de poseer una sola de cada una de esas partes.
Surgió la idea, al principio descabellada, de que este individuo tan inusual quizá había surgido de la fusión entre dos ctenóforos heridos.
Para averiguarlo, efectuaron mutilaciones en otros individuos y los colocaron juntos por parejas. Resultó que, 9 de cada 10 veces, la fusión entre individuos se llevó a cabo. Los individuos heridos se convirtieron en uno solo, sobreviviendo durante al menos 3 semanas.
Ente integrado por lo que antes eran dos individuos. (Foto: Mariana Rodriguez-Santiago. CC BY-SA)
Un examen más detallado demostró que, tras una sola noche, los dos individuos originales se convertían en uno solo sin separación aparente entre ellos. Cuando los investigadores pincharon a uno de los individuos integrados en el nuevo ser, este y también el otro reaccionaron al unísono con una clara respuesta de sobresalto, lo que denota que sus sistemas nerviosos también estaban completamente fusionados y que en la práctica la pareja ya era un único individuo.
Observaciones más detalladas mostraron que el alimento ingerido por cada boca alimentaba a las dos partes del nuevo ser, y que este expulsaba desechos por ambos anos, aunque no al mismo tiempo.
El interés del descubrimiento va mucho más allá de la zoología y la biología, ya que conocer los entresijos de los mecanismos de esta fusión podría quizá ayudar a lograr trasplantes de órganos en humanos sin el temido efecto de rechazo y que el sistema nervioso controlase a la perfección extremidades trasplantadas. También podría ser de gran ayuda en investigaciones sobre cómo lograr que partes del cuerpo humano que no se regeneran, pasen a hacerlo por completo.
El estudio se titula “Rapid physiological integration of fused ctenophores”. Y se ha publicado en la revista académica Current Biology. (Fuente: NCYT de Amazings)
Fuente de TenemosNoticias.com: noticiasdelaciencia.com
Publicado el: 2024-10-09 03:45:05
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