El descubrimiento, en una galaxia espiral como la nuestra, de un agujero negro mucho más masivo y violento de lo que parecía posible en una galaxia de este tipo, hace pensar que en amplios sectores de algunas galaxias quizá no sea posible que haya mundos en cuya superficie prospere la vida. Algunos sectores de nuestra galaxia podrían correr la misma suerte en un futuro lejano si el agujero negro del centro de la Vía Láctea crece lo suficiente.
La galaxia espiral en la que se ha descubierto ese colosal y letal agujero negro se llama 2MASX J23453268−0449256. Está situada a casi mil millones de años-luz de la Tierra, su tamaño es el triple del de nuestra galaxia y está rodeada por un vasto halo de gas muy caliente que emite rayos X.
El agujero negro del centro de 2MASX J23453268−0449256 tiene una masa del orden del millar de veces la del agujero negro del centro de nuestra galaxia.
El estudio en el que se ha determinado la magnitud de este agujero negro lo ha llevado a cabo un equipo internacional encabezado por Joydeep Bagchi, de la Universidad de Cristo en Bangalore, India.
El agujero negro de 2MASX J23453268−0449256 provoca la emisión, desde las inmediaciones de sus polos, de colosales chorros, captables en la banda de las ondas de radio, que alcanzan una distancia de hasta 6 millones de años-luz, mucho más que el propio diámetro de la galaxia.
Este es un caso del todo inusual, ya que chorros tan potentes de agujeros negros son casi exclusivos de galaxias elípticas.
Los gigantescos chorros emitidos desde las inmediaciones de los polos del agujero negro situado en el centro de la galaxia J23453268−0449256, captados en ondas de radio por el conjunto de radiotelescopios GMRT (Giant Metrewave Radio Telescope) situado en la India. Se indica también el contorno de la galaxia y la ubicación en ella del agujero negro, así como una ampliación. (Imagen: Bagchi and Ray et al. / Giant Metrewave Radio Telescope)
Hallar una galaxia espiral con chorros tan energéticos generados por su agujero negro central implica que existe la posibilidad de que en un futuro lejano chorros como estos provocados por el agujero negro del centro de nuestra galaxia después de haber aumentado lo suficiente su masa, ametrallen con haces de partículas (rayos cósmicos), así como rayos gamma y X, todo lo que encuentren a su paso. Si uno de estos hipotéticos chorros futuros apuntase a nuestro sistema solar, podría destruir la capa de ozono de nuestro planeta, bañarlo en radiación y propiciar una extinción masiva de vida en él.
Hasta ahora, se creía que cualquier galaxia espiral en cuyo interior un agujero negro supermasivo generase chorros tan colosales sufriría una fuerte perturbación de su delicada estructura. Sin embargo, contra todo pronóstico, 2MASX J23453268-0449256 ha retenido su forma con brazos espirales bien definidos, una barra luminosa a lo largo de su zona central y un anillo de estrellas imperturbable.
Entre otros rasgos llamativos de esta galaxia, destaca el de que posee diez veces más materia oscura que nuestra galaxia. La materia oscura es un tipo desconocido de materia que no puede detectarse más que por su influencia gravitatoria. Esta enigmática forma de materia no corresponde a agujeros negros convencionales ni a ninguna otra clase de astro conocida.
El estudio se titula “Unveiling the bulge–disc structure, AGN feedback, and baryon landscape in a massive spiral galaxy with Mpc-scale radio jets”. Y se ha publicado en la revista académica Monthly Notices of the Royal Astronomical Society. (Fuente: NCYT de Amazings)
Fuente de TenemosNoticias.com: noticiasdelaciencia.com
Publicado el: 2025-03-26 04:45:00
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