Los lamentos que dejan los cambios climáticos

Los cambios climáticos son temas serios y que se debe prevenir, pero hay acciones en las que no se puede hacer absolutamente nada porque siempre lo coge desprevenido.

Y eso es lo que pasó por segunda vez en el corregimiento de El Encano, ubicado a unos 30 minutos del casco urbano de la ciudad de Pasto, capital de los nariñenses, donde hoy sufren una grave calamidad.

Pero, son cosas de Dios, que contra él nadie está por encima, simplemente son consecuencias a causa de las lluvias que nuevamente hizo que se desbordaran algunas quebradas, entre ellas la quebrada El Carrizal que se creció por las constantes lluvias.

Los cambios climáticos, son cosas de Dios, y nadie podemos contra él, que causa graves daños, deja lamentos y tristeza en cada uno de los hogares como los de las familias que hoy perdieron a sus seres queridos en esta segunda avalancha ocurrida en horas de la tarde del 7 de marzo de 2025.

La primera emergencia ocurrió el año pasado donde una quebrada también se desbordó y se llevó todo lo que estaba a su paso, para esas fechas acabó con varias viviendas y parte de la vía. Hoy fue más fuerte que deja desaparecidos, víctimas mortales y cuantiosos daños.

Fue tan fuerte la avalancha, que se llevó varios vehículos que luego aparecieron totalmente destruidos, pero lo que más duele ahora es la muerte de varias personas que hacían su paso por esta vía que desafortunadamente fueron sorprendidos por la emergencia.

Mis abuelos sabían decir, cuando truena y empieza a llover, es mejor quedarse en su casa a esperar que pase las lluvias, porque en el camino se puede presentar cualquier accidente.

Son tan ciertas las palabras de nuestros ancestros, que se debe escucharlas, y evitar estas desgracias en las familias como las que ocurrieron en esta zona rural del municipio de Pasto, donde pierden la vida dos hombres y dos mujeres que fueran arrastradas por la fuerza del agua que bajó con barro, madera y piedras.

Son situaciones irreparables, porque las familias no verán más a sus seres queridos, solo queda contar las historias y recordar el sitio donde ocurrió toda la emergencia.

Nadie estamos prevenidos o preparados para afrontar los fenómenos naturales que ocurren en segundos y minutos, que dejan situaciones lamentables como las que han ocurrido no solo en Pasto, sino en Mocoa otras partes del país.

Por ahora, debemos estar atentos a los cambios climáticos, ya sea en verano o invierno, nos toca es tratar de estar alerta. Sin embargo, insisto que, contra Dios nada se puede hacer.