Noveno vuelo de prueba de la nave Starship

El 27 de mayo de 2025 (o 28 dependiendo de la zona horaria) se llevó a cabo el noveno vuelo de prueba del sistema de transporte espacial Starship, de la empresa SpaceX, uno de los primeros diseñados con la capacidad de realizar vuelos interplanetarios tripulados y que, en teoría, podría acabar llevando hasta cien personas a Marte en un solo viaje.

El lanzamiento se efectuó desde el centro espacial que SpaceX tiene en Texas, Estados Unidos.

El sistema Starship consta del lanzador Super Heavy y de la nave espacial Starship. Ambos son reutilizables, o sea que pueden efectuar más de un trayecto. En algunos casos, sí pueden ser de un solo uso si la ocasión lo requiere. Durante el lanzamiento, ambos vehículos actúan como uno solo, con el Super Heavy como primera fase y la nave Starship como segunda.

El lanzamiento se produjo con normalidad. En esta fase del vuelo, los 33 motores de clase Raptor impulsaron al Super Heavy y a la Starship en su ascenso al espacio. El Super Heavy empleado en este vuelo de prueba ya había sido usado antes, concretamente en el séptimo vuelo de prueba de la Starship, en enero de 2025. Esta ha sido la primera vez en el programa Starship que se ha utilizado por segunda vez un mismo ejemplar de Super Heavy.

Tras cumplir su parte del trabajo, el Super Heavy se separó de la Starship e inició su regreso controlado a la Tierra.

Cuando estaba lo bastante cerca de la zona de amerizaje prevista en el golfo de México, el Super Heavy reactivó los motores necesarios para reducir su velocidad y hacer un amerizaje suave. Por desgracia, poco después de esta reactivación el cohete sufrió una avería grave que truncó su misión. También quedaron interrumpidas las comunicaciones con él.

Un momento del vuelo. (Foto: SpaceX)

Lamentablemente, la Starship no gozó de mejor suerte que el Super Heavy. Aunque realizó su ascenso en solitario como estaba previsto, no consiguió abrir la compuerta de su bodega de carga para liberar los ocho satélites simulados que llevaba a bordo. Además, se produjeron fallos que impidieron que la reentrada atmosférica de la nave se ejecutase del modo planeado. El vuelo finalizó con la destrucción de la Starship, 46 minutos después del despegue.

Pese al desenlace negativo para los dos vehículos, este noveno vuelo de prueba ha conseguido cosas no logradas en vuelos previos y también servirá para obtener información adicional sobre puntos débiles en el diseño del sistema Starship. (Fuente: NCYT de Amazings)