Unos científicos han desarrollado un innovador sistema desecante que aprovecha los restos de poda de olivo para controlar la humedad en instalaciones muy comunes de la industria agroalimentaria.
En el trabajo han participado el grupo de investigación RATE de la Universidad de Córdoba en Andalucía, el grupo operativo Agrosec, los centros tecnológicos Citoliva y Cetemet, y las empresas SmartMaterials y Coloryn, en España todas estas entidades.
Los restos de poda de olivo constituyen un subproducto agrícola común en Andalucía.
La innovación lograda por el equipo de investigación y desarrollo se inscribe dentro de una estrategia de economía circular que busca transformar desechos agrícolas en materiales útiles y sostenibles.
En concreto, este proyecto se centra en la creación de filamentos ecológicos y biodegradables para impresoras 3D a partir de los restos de poda de olivo. Estos filamentos están siendo utilizados para fabricar sistemas desecantes de alta eficiencia, diseñados para reducir la humedad en salas limpias de la industria agroalimentaria, donde la calidad del aire es fundamental.
Este sistema de deshumidificación, de bajo coste y alta eficiencia energética, promete mejorar la seguridad y la eficiencia de los procesos productivos al reducir la aparición de moho, ralentizar la corrosión y minimizar los riesgos de accidentes por caídas. En concreto, el equipo está desarrollando un prototipo basado en una rueda desecante impresa en 3D, junto con un sistema de adquisición de datos que permitirá monitorizar su rendimiento en tiempo real.
Aunque el aceite de oliva (en la fotografía) es un producto estrella de los olivos, incluso los restos de poda de este pueden aprovecharse para fabricar productos útiles. (Foto: Amazings / NCYT)
Durante el primer año de trabajo, Agrosec ha logrado fabricar filamentos a partir de los restos de poda y ha realizado exhaustivos ensayos para caracterizar el material. En la fase actual se están evaluando diferentes prototipos a escala para determinar la geometría y parámetros de impresión que optimicen la capacidad de adsorción de vapor de agua. En breve comenzará la fabricación de la rueda desecante y del prototipo final. El equipamiento desarrollado se instalará este invierno en las instalaciones de Coloryn para probar su rendimiento en un entorno real.
Según han destacado desde el grupo operativo Agrosec, «no solo representa un avance significativo para la industria alimentaria, sino que también ejemplifica el potencial de la economía circular al revalorizar subproductos agrícolas y hacer accesible la tecnología desecante a las pequeñas y medianas empresas que necesitan controlar la humedad en sus procesos productivos». (Fuente: Universidad de Córdoba)
Fuente de TenemosNoticias.com: noticiasdelaciencia.com
Publicado el: 2024-08-27 05:15:06
En la sección: Ciencia Amazings® / NCYT®