Una investigación de InSight Crime revela cómo el crimen organizado ha penetrado en el Esequibo, el vasto territorio selvático de Guyana reclamado por Venezuela. Durante un año, InSight Crime analizó esta densa región, encontrando que las economías criminales proliferan en medio de una situación diplomática potencialmente explosiva entre ambos países.
El territorio del Esequibo es difícil de controlar, con una extensión de unos 160.000 kilómetros cuadrados y cubierto por una selva casi impenetrable y extensas redes fluviales. Esta geografía y su baja densidad poblacional lo hacen atractivo para grupos criminales. La frontera con Venezuela es larga y porosa, facilitando el tránsito de grupos ilegales.
La debilidad del Estado guyanés y su escasa presencia en la zona exacerban el problema. La Fuerza de Defensa de Guyana (GDF) cuenta con personal limitado (4.200 efectivos activos) y recursos insuficientes para cubrir un territorio tan vasto. Esto genera importantes vacíos en la inteligencia y la capacidad de patrullaje.
La proliferación del narcotráfico, los señalamientos de InSight Crime
Una de las economías criminales clave identificada por la investigación de InSight Crime es el narcotráfico. El decomiso de 4,4 toneladas de cocaína en agosto de 2024 en una pista ilegal cerca de Matthew’s Ridge evidenció que el Esequibo se ha convertido en una zona de tránsito de cocaína mucho más importante de lo que se creía. Autoridades guyanesas incautaron significativamente menos en años anteriores.
Funcionarios guyaneses consultados por InSight Crime creen que el negocio es manejado principalmente por grupos extranjeros de países vecinos, incluyendo Venezuela, Colombia y Brasil. También hay guyaneses involucrados, asociados o integrados para facilitar los movimientos de droga. InSight Crime destaca que no está claro qué tanto participan los habitantes locales, pero mover cargamentos tan grandes requiere participación local.
La cocaína a menudo ingresa a Venezuela desde Colombia y, con funcionarios venezolanos implicados desde hace años, pasa al Esequibo. Desde Guyana, la droga transita hacia mercados internacionales. Recientemente, el destino ha cambiado de Caribe, Canadá y Estados Unidos a África Occidental y Europa.
Rutas y métodos del tráfico
Según la investigación de InSight Crime, los traficantes utilizan pequeñas pistas de aterrizaje diseminadas por el Esequibo para movilizar drogas por vía aérea con escaso riesgo de detección. InSight Crime reporta que autoridades guyanesas detectan con frecuencia vuelos no registrados provenientes del oeste, y datos de vuelo a veces confirman que la droga viene de Venezuela.
Las vías fluviales del Esequibo y su extensa costa también son cruciales, ofreciendo puntos de partida para “narcosubmarinos”. Estas embarcaciones, capaces de transportar varias toneladas, son fabricadas en el noreste de Venezuela, cerca de la frontera con el Esequibo. La incautación de un semisumergible en 2024 cerca de Guyana y otro frente a España en 2019 ilustran este método.
La impunidad se ve favorecida por la corrupción dentro de las fuerzas de seguridad guyanesas, aunque la corrupción en Venezuela y su papel en el comercio de cocaína son factores clave. El sistema financiero de Guyana también es vulnerable al lavado de dinero del narcotráfico, a menudo vinculado al sector minero.
Minería ilegal y trata de personas
Además del narcotráfico, la riqueza mineral del Esequibo, especialmente el oro, alimenta otras economías criminales, según InSight Crime. La expansión minera en la región, aunque a menudo licenciada, ha abierto el camino para diversas ilegalidades. Grupos criminales venezolanos conocidos como sindicatos, con apoyo del régimen de Maduro, han incursionado y establecido operaciones en el Esequibo.
Estos sindicatos controlan la minería ilegal, cobran porcentajes del oro extraído, e imponen cobros sobre actividades dentro de las minas con complicidad militar. InSight Crime detalla que establecen puntos de control fluviales ilegales a lo largo del río Cuyuní, extorsionando embarcaciones que transportan pasajeros y mercancías. Los ataques a fuerzas de la GDF desde el lado venezolano han ocurrido en estos puntos.
La presencia de grandes concentraciones de hombres en pueblos mineros también genera demanda de trabajadoras sexuales, alimentando la trata de personas. La investigación de InSight Crime encontró que migrantes venezolanas son atraídas con promesas falsas y obligadas a ejercer la prostitución o son explotadas laboralmente en minas y fincas.
Explotación y debilidad estatal: lo que indica InSight Crime
Muchas víctimas de trata de personas en el Esequibo ingresan por rutas fluviales desde Venezuela, como el río Cuyuní. Una vez allí, sus tratantes restringen su libertad de movimiento, a veces bajo la supervisión de «operadores que parecen terroristas», según un exministro. La explotación incluye «trabajo por deuda», donde se confiscan pasaportes.
La investigación de InSight Crime señala que el miedo a represalias, el riesgo de deportación y las barreras lingüísticas impiden que las víctimas denuncien, dificultando los procesos judiciales. Aunque Guyana ha fortalecido sus leyes y mantiene un estatus de Nivel 1 en informes de trata, la inmensidad y el aislamiento del Esequibo, junto con la escasez de recursos, dificultan la lucha.
La corrupción policial es otro obstáculo. Un minero dijo a InSight Crime que la policía a menudo no es un ejemplo de integridad y que algunos oficiales extorsionan a migrantes en retenes ilegales. La falta de un control fronterizo riguroso también impide identificar a potenciales víctimas, especialmente en zonas remotas como el Esequibo.
Vínculos con el conflicto territorial
La investigación de InSight Crime explora la intersección entre el crimen organizado y la disputa territorial. Los sindicatos, con su interés en la riqueza mineral, podrían ser un activo estratégico para el presidente Maduro. La presencia del crimen organizado venezolano en el Esequibo provoca el temor de que el gobierno lo esté utilizando para avanzar en su reclamo.
Maduro ha cultivado alianzas profundas con grupos criminales en el estado Bolívar, forjando una relación híbrida que podría servir a sus fines geopolíticos en el Esequibo. Los sindicatos ofrecen una «fuerza negable», una táctica que el Estado venezolano ha usado antes. La disputa territorial, con la decisión de la CIJ esperada, se intensifica con estos enfrentamientos fronterizos continuos.
El conflicto por el Esequibo podría ofrecer a Maduro, bajo presión económica y política, una vía para reforzar el apoyo de aliados criminales y desviar la atención de crisis internas, según la investigación de InSight Crime. La riqueza petrolera costa afuera también atrae la atención de potencias mundiales, añadiendo una capa geopolítica a la situación.
La investigación de InSight Crime concluye que la penetración criminal en el Esequibo, aliada con el Estado venezolano, complejiza la disputa territorial y plantea riesgos significativos. La debilidad institucional de Guyana en la región disputada la deja mal preparada para enfrentar la amenaza creciente del crimen organizado transnacional.
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Fuente de TenemosNoticias.com: www.elnacional.com
Publicado el: 2025-06-05 04:00:00
En la sección: EL NACIONAL