La larga espera de los familiares en el Hospital Civil de Ahmedabad profundiza su dolor. Aguardan los restos de los pasajeros del siniestradovuelo AI171 de Air India. No está siendo nada fácil la identificación porque los cuerpos quedaron totalmente carbonizados. Apenas se han reconocido a una decena de víctimas gracias a las muestras de ADN tomadas a padres, hijos o hermanos. «Aquí no hay margen de error. Debemos asegurarnos de que cada familia reciba el cuerpo correcto», ha dicho Rajnish Patel, director médico del centro.
El sábado, subió a 279 el número de muertos por el accidente del Boeing 787-8 Dreamliner que se dirigía a Londres y que impactó contra una residencia de una facultad de Medicina en una zona residencial de Ahmedabad, al oeste de India. Llevaba en el aire 30 segundos. Tan solo sobrevivió uno de los 242 pasajeros que iban a bordo.
El avión, unos minutos después de despegar, cayó en un barrio residencial, estrellándose directamente contra el parte del edificio donde se encontraba la cantina de la facultad, a 1,5 kilómetros del aeropuerto. Eran las 13:39 hora local y en el comedor había en ese momento al menos 35 estudiantes. Varios de ellos engordan la lista de víctimas.
El accidente del jueves fue el desastre aéreo más mortal del mundo desde julio de 2014, cuando un Boeing 777 de Malaysia Airlines, que volaba de Ámsterdam a Kuala Lumpur, fue derribado por un misil sobre Ucrania dejando 298 muertos.
Este fin de semana, las autoridades de aviación de India aseguraron que todos los Boeing 787 operados por aerolíneas locales iban a ser inspeccionados. También confirmaron que el piloto del avión, Sumeet Sabharwal, envió una llamada de socorro al control de tráfico aéreo menos de un minuto después de que despegara del aeropuerto de Ahmedabad. «Cayendo… ¡Mayday! ¡Mayday! ¡Mayday!», soltó.
«El avión de 227 toneladas había alcanzado una altura de 650 pies (198 metros) tras del despegue, pero después comenzó a descender rápidamente y se estrelló contra un albergue donde se alojaban estudiantes de medicina y sus familias. Además de los estudiantes, también ha muerto la esposa de un médico que estaba embarazada y varios vendedores que trabajaban en la zona», explicaba Samir Kumar Sinha, secretario del Ministerio de Aviación de India.
El viernes se encontró una de las dos cajas negras del avión, la grabadora electrónica de datos de la aeronave que normalmente se guarda en la parte trasera y que puede ayudar a los investigadores a descifrar las causas del accidente. «La decodificación de esta caja negra proporcionará una visión profunda de lo que realmente ocurrió», señaló Ram Mohan Naidu Kinjarapu, ministro de Aviación Civil, quien añadió que un equipo de cuatro expertos británicos se encuentran en Ahmedabad para ayudar en la investigación.
Al igual que en India, en Reino Unido hay una gran conmoción por el suceso. Estos días, los medios británicos han ido desvelando los perfiles de los pasajeros que iban en el avión. Javed Ali Syed, gerente de un hotel en Londres, y su esposa, Mariam, viajaban con sus hijos, Zayn, de cinco años, y Amani, de cuatro. Raxa Modha, de 55 años, y su nieto de dos años, Rudra, regresaban para asistir al funeral de su esposo. El matrimonio formado por Komi Vyas y Prateek Joshi, ambos médicos, junto con sus tres hijos. Se tomaron un selfie familiar justo antes de despegar.
Jamie Greenlaw-Meek, de 45 años, y su esposo Fiongal, de 39, dirigían un centro de bienestar en Reino Unido y habían viajado al país asiático para participar en un retiro espiritual. Las hermanas Dhir y Heer Baxi volvían a Londres después de haber aparecido por sorpresa en casa de su abuela por su cumpleaños.
Arjunbhai Patoliya, de 37 años, estaba en India para esparcir las cenizas de su esposa, quien murió de cáncer tres semanas antes. En el avión también iba Vijay Rupani, ex primer ministro del estado de Gujarat, donde se encuentra Ahmedabad.
En medio de toda esta tragedia está el extraordinario caso del único superviviente, el empresario británico Vishwash Kumar Ramesh, de 40 años, quien se recupera de las heridas en el hospital y está fuera de peligro. Ramesh ocupaba el asiento 11A, en la ventana izquierda, justo detrás de una salida de emergencia. Su hermano, Ajay Kumar Ramesh, también iba en el avión, pero no sobrevivió. El otro milagro lo protagoniza una estudiante de 28 años, Bhoomi Chauhan, quien llegó 10 minutos tarde a la puerta de embarque y los trabajadores del aeropuerto no le dejaron subir al avión.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.elmundo.es
Publicado el: 2025-06-15 04:47:00
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