El atropello múltiple cometido en Múnich este jueves por un refugiado afgano ha impactado de lleno en la campaña de las elecciones generales del próximo día 23. Reactiva un debate que divide y polariza a un electorado que, en su 60%, considera la inmigración el segundo gran problema del país, tras la economía. Y lo es porque en el ultimo año se ha cometido una serie de ataque mortales a manos de refugiados que ha encendido los ánimos y creado una percepción de inseguridad.
El autor del atropello es un solicitante de asilo rechazado, según el ministro del Interior de Baviera, Joachim Herrmann. El joven, de 24 años, y que ha herido a 36 personas, entre ellos varios niños, se encuentra a disposición policial. Debía haber sido deportado, pero Alemania no mantiene relaciones diplomáticas con el gobierno talibán, lo que impidió realizar el procedimiento administrativo de expulsión necesario.
Del atacante, se sabe que está relacionado en actividades de narcotráfico y en hurto en tiendas pero, según las investigaciones, sin violencia, A ese perfil la policía añadió la sospecha de que el joven se había radicalizado.
Ese refugiado afgano «no puede esperar ninguna indulgencia. Debe ser castigado y abandonar el país. Tiene que quedar muy claro que la Justicia actuará con dureza contra este autor con todos los medios a su alcance» declaró el canciller Olaf Scholz y candidato la reelección por el Partido Socialdemócrata (SPD). «Cualquiera que cometa delitos en Alemania no sólo será castigado severamente y enviado a prisión, sino que también debe contar con que no podrá continuar su estancia en el país«, subrayó en una reacción a un atropello que desde el primer momento fue calificado de «atentado» por el primer ministro bávaro, Markus Söder, y uno de los políticos que mas mano dura pide en tema de inmigración.
La reacción de la ministra de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, del Partido de los Verdes, ha sido bien distinta. Advirtió contra la división de la sociedad democrática en la fase final de la campaña electoral. «En vista de los desafíos externos e internos, es aún más importante que permanezcamos unidos como demócratas, que no nos dejemos dividir, ni por los extremistas de derecha ni por los islamistas que desafían nuestro Estado de derecho desde dentro», dijo. El candidato de los Verdes y actual ministro de Economía, Robert Habeck, reaccionó en esa misma línea. Defiende en su ideario los derechos de los migrantes y practica la tolerancia con los que no tienen papeles.
Llueve sobre mojado
La campaña electoral, que arrancó priorizando temas económicos cambió tras el atentado con cuchillo perpetrado, también por un refugiado afgano, el pasado noviembre en el que murió una niña de dos años y un hombre de 41 que intentó impedir la agresión, contra un grupo de niños de guardería. El atropello en Múnich ha hecho que llueva sobre mojado. Por ello, el candidato a canciller de la Unión, Friedrich Merz, insistió en que algo tiene que cambiar y de forma urgente en Alemania. «Todo el mundo debe volver a sentirse seguro en nuestro país», escribió en la plataforma X. «Mis pensamientos están con las víctimas y sus familias y espero que superen este difícil momento y encuentren la fuerza que necesitan», señaló Merz y agregó que para él y para su partido, «la seguridad de la población alemana será nuestra máxima prioridad. Haremos cumplir sistemáticamente la ley y el orden».
En esa misma línea, la copresidenta de Alternativa para Alemania (AfD), Alice Weidel y mas radical en el tema migración, reclamó, como lo hace en su programa electoral, una nueva política migratoria: «¿Esto debe durar para siempre? ¿Hasta cuando? Cambio migratorio ya«.
La ministra federal del Interior, Nancy Faeser, cree que la tarea ahora es salvar vidas y aclarar el trasfondo del incidente. «Pero una cosa ya está clara: una vez más, el presunto autor es un joven de Afganistán. La respuesta sólo puede ser Estado de Derecho y máximo rigor», afirmó la ministra socialdemócrata. Destacó que el Gobierno de coalición dirigido por Scholz ha endurecido masivamente las leyes para la expulsión de delincuentes violentos y para facilitar las deportaciones. «Somos el único país de Europa que está deportando a personas a Afganistán a pesar del régimen talibán y seguiremos haciéndolo», dijo.
Por primera vez en tres años, Alemania logró deportar el verano pasado a Kabul a 28 afganos considerados peligrosos, capaces de cometer los delitos más graves por motivos políticos, incluidos atentados. Cada deportado recibió 1.000 euros en mano antes del vuelo. También iba a bordo un médico. La deportación había sido preparada por la Cancillería y las autoridades de Interior durante dos meses. No ha habido más deportaciones a Afganistán.
No ha pasado desapercibido que el atropello se haya producido en víspera del arranque de la Conferencia de Seguridad que cada año se celebra en la capital bávara, un evento que en esta ocasión adquiere especial relevancia tras las conversaciones mantenidas por los presidentes Donald Trump y Vladimir Putin sobre la necesidad de poner fin a la guerra de Ucrania. El vicepresidente estadounidense, J.D. Vance, se reunirá con ese propósito en Múnich con el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski.
Hay decenas de manifestaciones previstas con motivo de esa conferencia, que reunirá durante dos días a mas de 60 de jefes de gobierno, ministros y expertos. La policía pondrá en marcha un dispositivo de seguridad con cerca de 6.000 agentes.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.elmundo.es
Publicado el: 2025-02-13 22:12:00
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