Acostumbrado al calor que hace crecer los higos y la vid en Damasco -llamada la ciudad del jazmín-, Bashar Asad tardará un poco en habituarse al lento discurrir del invierno, intenso en heladas, nieve y barro. El presidente sirio derrocado y varios miembros de su familia llegaron el domingo a Moscú. La capital rusa no es una ciudad desconocida para los Asad, que han sido los aliados más fieles de Moscú en Oriente Próximo. Por eso, no es extraño q
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Fuente de TenemosNoticias.com: www.elmundo.es
Publicado el: 2024-12-09 17:55:00
En la sección: Internacional // elmundo