Fue la agente especial Dana Scully en El Expediente X. Encarnó a Margaret Thatcher en The Crown. Dio vida a la doctora Jean Milburn en Sex Education y tuvo algo así como un segundo despertar sexual al preparar su papel y leer Mi jardín secreto, el libro de Nancy Friday que marcó un hito en los años setenta.
La actriz Gillian Anderson ha decidido ahora poner al día las fantasías sexuales de las mujeres con el elocuente título de Want («Quiero»), en el que ella misma contribuye con su propio y lascivo deseo no cumplido. El lector tiene el reto de encontrarlo camuflado entre 170 historias anónimas reunidas y seleccionadas entre 1.800 por la actriz de 56 años, elegida en 1996 como por la revista masculina FHM como «la mujer más sexy del mundo».
El tirón de Gillian Anderson ha sido vital para convertir Want, con sus sugerentes tapas rosas, en el fenómeno editorial del momento en las islas británicas. «Es curioso ver cómo las fantasías sexuales siguen siendo un tabú a pesar de series como Sex Education o Euphoria, advierte. «Por no habar del asedio de la industria del porno que nos bombardea con imágenes a todas las horas en nuestra propia cara, en las pantallas y en los teléfonos».
Una mujer fantasea con hacer el amor atada en la silla de su dentista. Otra traiciona su educación religiosa fornicando en el altar de una iglesia abandonada. Otra se imagina en las penumbras de un pub en una orgía con camareros. Otra se lo monta con un displicente robot que ejecuta todos su deseos. Aunque hay quien sueña con algo tan simple como que su marido le haga la colada y le diga lo guapa que está en vez de fijarse en su papada.
«Mi mayor deseo sexual es el dominio y la adoración», confiesa otra. «Quiero sentirme como una poderosa diosa. Nada me pone más caliente que ver a un hombre patético y llorica doblegándose ante todos y cada uno de mis antojos».
Una joven que se confiesa virgen reconoce que fantasea a todas las horas sobre su jefe: «Siempre he querido que alguien ejerza su autoridad sobre mí, que me diga lo que tengo que hacer. Me imagino teniendo sexo duro con él al final de un día de trabajo. Fantaseo incluso con que me castiga por estropear un proyecto importante».
Sumisión, Más y Más, Despacio Despacio… Toda la galaxia de las fantasías femeninas -«menos visuales y más emocionales» que las de los hombres, a decir de la psicóloga Susan Young- se suceden en 400 páginas en las que hay también sitio para la dominación extrema con tintes violentos…
«Hemos rechazado las cartas con contenidos que rayan la ilegalidad, el bestialismo o el incesto», advierte Gilliam Anderson, en calidad de editora e introductora de cada capítulo. En la mayoría de las fantasías, advierte, es sin embargo la mujer «la que toma el control, la que decide cómo, cuándo, cuánto y con quien, cuándo parar y cuándo continuar. En el fondo es una admisión de empoderamiento y una revelación».
«Las fantasías son vitales como vías de escape», advierte la ex directora de Cosmopolitan Linda Kelsey, que destaca cómo los deseos sexuales de las mujeres en pleno siglo XXI son sorprendentemente muy similares a los contenidos de El jardín secreto, que causó algo así como expresión de alivio colectivo: «¡Gracias a Dios que no soy la única!».
Gillian Anderson, nacida en Chicago e investida como Dama de la Orden del Imperio Británico («mis genes son americanos, pero mi alama es británica»), asume por cierto el papel de matriarca dominante en el western femenino The Abandons que emitirá próximamente Netflix. La presentadora de la BBC Katie Razzall la retó en un reciente duelo telvisivo a que revelara cuál de las 170 historias incluidas en «Quiero» es autobiográfica. El tiro le salió por la culata: «De ninguna manera, mi fantasía seguirá siendo anónima».
Fuente de TenemosNoticias.com: www.elmundo.es
Publicado el: 2024-09-29 20:18:44
En la sección: Internacional // elmundo