Centenares de miles de personas han protestado este sábado en Estambul para pedir la liberación del alcalde de la ciudad, Ekrem Imamoglu -principal rival político del presidente, Recep Tayyip Erdogan– cuyo encarcelamiento ha provocado un estallido de indignación social contra el Gobierno. Las protestas por la detención del líder opositor se desarrollan desde hace 10 días en ciudades de todo el país y han evolucionado en movilizaciones de diferentes sectores políticos contra el Gobierno, a quien acusan de interferir en la judicatura y de una creciente falta de libertades.
Desde el inicio de las protestas el 19 de marzo, la policía ha intervenido con fuerza para frenar las concentraciones, con más de 2.000 detenidos, entre estudiantes, líderes de partidos de izquierda, sindicatos y periodistas. De éstos, cerca de 300 han ingresado en prisión a la espera de juicio.
Özgür Özel, líder del partido de Imamoglu, el socialdemócrata CHP, llamó a la población a manifestarse este sábado en una explanada de Estambul. La convocatoria era crítica porque coincide con el inicio de la festividad tras el mes musulmán de Ramadán, cuando se inicia una operación salida de miles de personas que visitan a familiares en otras provincias del país. Sin embargo, la festividad sagrada no impidió que centenares de miles de personas participaran en la convocatoria al grito de «¡Gobierno dimite!»
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«Si la justicia calla, el pueblo hablará», decía una pancarta que ondeaba entre la multitud. Entre los presentes también había pósters que recordaban a otros políticos opositores encarcelados, así como a los centenares de detenidos estos días por participar en las protestas. «Manteneos firmes, no os hundáis, vuestros padres estás con vosotros», rezaba una pancarta de los padres de jóvenes estudiantes encarcelados por participar en las movilizaciones.
Las familias de los jóvenes arrestados también entran en la zona de concentración de Maltepe. Centenares de familias llevan días haciendo guardia en las puertas de los juzgados esperando noticias de sus hijos -de entre 18 y 22 años- muchos de ellos estudiantes acusados de participar en protestas no permitidas por las autoridades, una pena por la que podrían enfrentarse a hasta tres años de prisión. «Mantente firme, hija mía, te apoyamos. No te apoderaste de la propiedad de nadie. No blanqueaste dinero, ni robaste. Solamente defendiste tus derechos», decía una madre por videollamada a su hija, que se encontraba dentro del juzgado.
«¡Decías que éramos cuatro marginados, mira, somos millones!», declaró desde el escenario el líder del CHP, Özel, criticando la criminalización de los manifestantes, que Erdogan llamó «terroristas». «Fuimos testigos de un intento de golpe de Estado por parte de quienes traicionaron a Turquía, abusando de la autoridad que les había otorgado la nación», declaró, acusando al Gobierno de presionar a la judicatura contra los partidos opositores. «Derrotaremos a quienes ven la democracia como una herramienta para realizar un sueño de llegar al poder por las urnas, pero no salir por las urnas», aseveró.
El partido opositor también aludió al abogado del Imamoglu, Mehmet Pehlivan, que también fue detenido en una investigación por malversación de fondos. «Como si dar un golpe de Estado contra la democracia no fuera suficiente, ahora no pueden tolerar que las víctimas de este golpe se defiendan. Quieren añadir un golpe judicial al golpe contra la democracia», declaró Imamoglu en una publicación en sus redes sociales. «El daño infligido a nuestro país por un puñado de incompetentes va en aumento. Liberen a mi abogado inmediatamente», escribió.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.elmundo.es
Publicado el: 2025-03-29 10:14:00
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