La jornada de reflexin en Ecuador, rota por tiroteos | elmundo.es

Disparos interrumpen el desayuno en Guayaquil del candidato presidencial Otto Sonnenholzner

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La tradicional jornada de silencio, que precede a la apertura de las urnas, no es tal en Ecuador, pese a que desde la semana pasada reina en todo el pas el estado de excepcin. Un nuevo tiroteo interrumpi el desayuno en Guayaquil del candidato presidencial Otto Sonnenholzner, en otra muestra de la impunidad del crimen en el pas andino. «Acabamos de sufrir una balacera frente al lugar donde estaba desayunando con mi familia. Gracias a Dios estamos todos bien, pero exigimos una investigacin de lo ocurrido. Me duele el miedo y la impotencia que vi en los ojos de todos los presentes. No podemos seguir as. Maana cambiamos el rumbo!», reaccion el ex vicepresidente centrista en redes sociales.

En el momento de sonar los disparos, Sonnenholzner posaba para el selfie que le haba reclamado una admiradora. De inmediato cundi el pnico. Minutos ms tarde, medios locales recogieron la detencin de varios individuos, que fueron perseguidos por la Polica desde el lugar de los hechos. Al menos cuatro hombres y una mujer fueron finalmente capturados.

Las autoridades han descartado que se tratase de un atentado contra el candidato. Al parecer el tiroteo se origin cuando la polica persegua a unos presuntos criminales tras un robo.

Horas antes fue Pancho Tamariz, alcalde revolucionario de La Libertad, quien denunci el atentado sufrido en la noche junto a su mujer. La camioneta blindada en la que viajaban recibi una treintena de balazos. El primer edil acus desde el primer momento a elementos de la Polica Nacional. «Nos dieron bala sin razn ni explicacin ninguna. Huir fue lo lgico mientras vivamos un infierno. Dios hizo que hoy estemos vivos. La denuncia la presentaremos hoy en Fiscala, ayer se negaron a recibirla», reclam el alcalde.

Ecuador vivir maana una jornada electoral marcada por el magnicidio del candidato Fernando Villavicencio, asesinado la semana pasada por sicarios colombianos. Las mafias del narcotrfico y el crimen organizado se han expandido con virulencia, sobre todo en la costa, y han disparado los crmenes en un pas donde hasta hace muy poco reinaba la tranquilidad.