Menú Cerrar

Los Ángeles se echa a la calle contra las redadas tras la movilización de la Guardia Nacional: «Trump no tiene vergüenza y no va a parar» | elmundo.es

Los Ángeles se echa a la calle contra las redadas tras la movilización de la Guardia Nacional: "Trump no tiene vergüenza y no va a parar"

Actualizado

«A mi padre lo arrestaron el viernes mientras estaba tomando un café. Aún no sabemos por qué, porque ni siquiera tenía orden de deportación. Entraron en la cafetería donde estaba y se lo llevaron», explica a EL MUNDO su hijo, Rodrigo, visiblemente nervioso y con una gran bandera mexicana en la mano. Unas horas más tarde, su padre, Delfino Aguilar Martínez, de 51 años, pasó a formar parte de un comunicado del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) donde se enumeraba a lo «peor de lo peor de los criminales indocumentados» arrestados desde el viernes por los agentes de Inmigración en Los Ángeles, el mismo hombre al que su hijo describe como una persona apacible que se dedicaba a cuidar a su nieto todos los días.

Aguilar, de 23 años, está desesperado. Sabe que a su padre le tienen retenido en «una sala fría y sin manta» en la misma prisión federal del centro de Los Ángeles donde se montó una batalla campal entre manifestantes y agentes del ICE el viernes por la tarde y que, a la postre, acabó provocando la inusual y abrupta decisión del presidente Donald Trump de enviar 2.000 soldados de la Guardia Nacional al sur de California, sin que fuera una petición expresa del gobernador de ese Estado, como indica el protocolo en situaciones de emergencia.

La rabia, la ira, la frustración y la impotencia le llevaron a manifestarse el domingo por la tarde contra la política de deportaciones masivas de Trump. Él, una amiga y una multitud de miles de personas se dieron cita en el corazón de la ciudad para expresar su temor y preocupación ante la situación reinante.

Manifestantes subidos en coches ardiendo en Los Ángeles.RINGOAFP

Fue una manifestación pacífica en líneas generales durante las horas de la tarde, aunque se registraron diversos incidentes como la quema de varios vehículos —tres coches de Waymo, la compañía de vehículos autónomos de Google—, algunos arrestos y denuncias de agresiones a manifestantes por parte de la policía de Los Ángeles, que recurrió al uso de gases lacrimógenos y a balas de fogueo en los momentos más tensos. Al caer la noche, un grupo de radicales incendió un contenedor cuando la mayoría de los manifestantes ya se había retirado de la zona.

Por lo demás, la cita fue una lluvia de carteles atacando a Trump y al ICE, banderas mexicanas, salvadoreñas, venezolanas, estadounidenses y de Palestina, pidiendo el final del asedio israelí a la franja de Gaza, familias con niños, mucha gente joven y activistas recordando al gobierno de Washington que ningún ser humano es ilegal.

Un detenido durante las protestas.

Un detenido durante las protestas.RINGO CHIUAFP

Para Constance Squire, una profesora del condado de Orange, era una obligación moral unirse a la protestas. «Soy una mujer blanca, de ojos azules. Soy exactamente la clase de persona que tiene que estar aquí, para usar mi privilegio blanco para ayudar a otras personas de color», explicaba a EL MUNDO. «Mira a qué clase de gente se están llevando. Todo esto está mal, es inmoral. Temo realmente por nuestra democracia y por su reemplazo por un modelo autocrático y autoritario. Trump no tiene vergüenza y no va a parar».

Para Yesenia y Anilady Linares, dos hermanas de Los Ángeles de origen mexicano, todo el revuelo de los últimos días es más que personal. Sus padres llegaron a EEUU sin papeles hace décadas y lo dieron todo por darle una mejor vida a sus seis hijos. «Hicieron mucho para estar en EEUU. A mi madre la violaron en el camino para llegar aquí», comparte Anilady. «Teníamos que estar presentes».

«Es un trauma terrible cuando separan a las familias y por eso es muy importante usar nuestras voces para denunciar todo esto. Estamos cansados de vivir el mismo trauma una y otra vez», dice Yesenia, de 29 años, con la voz rota. «No hay excusa para deportar a gente buena y trabajadora. Es solo una excusa para aplicar sus políticas racistas».

Manifestantes violentos destrozan un vehículo en Los Ángeles.

Manifestantes violentos destrozan un vehículo en Los Ángeles.CAROLINE BREHMANEFE

Unos metros más abajo, Ana María Rodríguez se plantaba en la mediana de una concurrida avenida para denunciar, completamente desnuda y con dos carteles en la mano, «la triste situación que estamos viviendo». «Esta es mi forma pacífica de protestar en lugar de recurrir a la violencia», argumentaba. «Puedes hacer mucho más con amor y con silencio que con gritos y violencia».

La jornada fue, además, un constante intercambio de mensajes entre la bancada demócrata y el Gobierno. Trump se amparó en la presunta incompetencia del gobernador de California, Gavin Newsom, para justificar el envío de la Guardia Nacional en Los Ángeles, y Newsom calificó la decisión del republicano de «grave violación de la soberanía del Estado» y exigió su revocación.

De hecho, la vicegobernadora de California, Eleni Kounalakis, aseguró a CNN que cree que el Estado optará por presentar una demanda contra la administración Trump por el despliegue de la Guardia Nacional en Los Ángeles. Se antoja un enfrentamiento largo y enconado entre Washington y Sacramento, sin final feliz.

Fuente de TenemosNoticias.com: www.elmundo.es

Publicado el: 2025-06-09 01:42:00
En la sección: Internacional // elmundo

Publicado en Clasificadas

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


Mi resumen de noticias

WhatsApp