Toda Siria se dirige a Sednaya, el matadero de los humanos. Familias enteras, cinco de ellas en moto, ancianos aferrados a furgonetas, mujeres en coches, pero luego, como la única carretera hacia la prisión de las pesadillas es una serpiente de chapa inmóvil, con los coches pegados unos a otros, seguimos a pie. Durante kilómetros. La prisión para los presos políticos de Asad está ahí arriba, en la colina.
«¿No se suponía que era rojo?», pregunta a
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Fuente de TenemosNoticias.com: www.elmundo.es
Publicado el: 2024-12-10 09:23:00
En la sección: Internacional // elmundo