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Masacre de civiles perpetrada por el Gobierno sirio, según las ONG: «Están matando a familias enteras. Con niños. Hay muchos cadáveres en las calles» | elmundo.es

Masacre de civiles perpetrada por el Gobierno sirio, según las ONG: "Están matando a familias enteras. Con niños. Hay muchos cadáveres en las calles"

Varias ONGs sirias acusaron a las fuerzas gubernamentales de asesinar a docenas de civiles durante los combates que se libraron el jueves y el viernes en las regiones donde habita la comunidad alauita, tras la sorpresiva ofensiva que lanzaron los seguidores del antiguo régimen y que llevó el caos a las principales ciudades de esa zona como Tartus, Banias, Jableh o Latakia.

Los incontables vídeos que se han propagado en las últimas horas exhiben pilas de cadáveres regados por el suelo. «Es un desastre. Están matando a familias enteras. Con niños. Hay muchos cadáveres en las calles. El cadáver de mi tío todavía está tirado en el tejado junto a otros. Les dispararon a sangre fría. Y había estado en la cárcel por ser un oponente del régimen anterior», explicó vía WhatsApp un residente de Banias.

Este periodista pudo asistir al saqueo por parte de los militares de Damasco de numerosos negocios en esa misma ciudad en la mañana del viernes, cuando la principal columna del nuevo ejército sirio recuperó el control de la metrópoli, sita entre Tartus y Lataquia. Los combates en Banias se extendieron durante toda la noche y gran parte de la mañana de esa jornada.

Desde el centro de la villa se podían escuchar los lanzamientos continuos de morteros de las tropas afines al presidente Ahmed Sharaa que surcaban el cielo en dirección hacia las aldeas alauitas del entorno. Uno de los proyectiles impactó en una vivienda civil, provocando un incendio.

Citando una fuente de seguridad, la agencia de noticias estatal siria Sana, dijo que se habían perpetrado «violaciones individuales» después de que civiles ajenos a las fuerzas de seguridad se dirigieran hacia la costa siria para frenar el avance de los insurgentes afectos a Bashar al Asad. «Estamos trabajando para detener estas violaciones», agregó el mismo representante oficial.

En un discurso televisado, Sharaa se negó a condenar de forma clara los terribles sucesos y aunque dijo que «no permitirán que nadie reaccione de forma exagerada», previamente había agradecido a sus acólitos «proteger y asegurar a los civiles».

El mandatario acusó a los seguidores del derrocado Bashar al Asad de propiciar el caos con su ataque en toda la región costera. «Al haber asaltado hospitales y aterrorizado a inocentes habéis atacado a todos los sirios. Habéis cometido un pecado imperdonable y habéis recibido una respuesta que no podéis soportar. Por lo tanto, apresuraros a entregar las armas antes de que sea demasiado tarde», manifestó el jefe de estado.

Sin embargo, a continuación Sharaa emitió una velada crítica hacia los hechos que se estaban difundiendo y dijo que los «prisioneros no deben ser humillados ni golpeados porque es contrario a la ley del país y de Dios». Esas palabras aludían directamente a las muchas imágenes que se han exhibido en las redes sociales donde se ven a personas que fueron capturadas durante los enfrentamientos sufriendo toda suerte de desmanes y palizas.

«Lo que nos distingue de nuestro enemigo es nuestra moral. Cuando la comprometemos, nos colocamos al nivel de nuestros enemigos. Los restos del régimen (de Bashar al Asad) nos están provocando para que cometamos transgresiones. Es nuestro deber proteger a la gente de la costa (los alauitas)», agregó.

El jefe de la inteligencia del país, Anas Khattab, acusó a «ex líderes militares y de la seguridad del difunto régimen» de «estar detrás» de esta súbita oleada de sucesos. «Algunos tontos pensaron que podían derrocar la voluntad de nuestro pueblo y por eso lanzaron esta operación traicionera», añadió en varios post que difundió a través de internet.

Según Reuters, uno de los escenarios de estas matanzas fue la aldea de Al Mukhtareyah, cerca de la principal autopista que recorre la costa siria. Los vídeos permiten apreciar una pila de cadáveres, casi una veintena, tirados sobre el asfalto.

Rami Abdulrahman, del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, manifestó que fuentes locales le habían explicado que los responsables fueron milicianos llegados a la zona desde Idlib. «Capturaron a todos los hombres y exigieron que las mujeres se quedaran en casa. Los hombres fueron ejecutados», precisó.

Su organización estima que al menos 180 personas fueron asesinadas en esta oleada de represalias.

Siria se colocó al borde de la guerra civil este jueves cuando un significativo grupo de milicianos vinculados a la ex dictadura del clan Asad atacó de forma coordinada numerosas posiciones de las fuerzas de seguridad locales en las regiones alauitas, incluidos varios hospitales.

Un alto cargo de los uniformados leales a Damasco, Mustafa Kneifati, reconoció que se trataba de «un ataque bien planificado y premeditado». Los grupos armados opuestos al gobierno de Ahmed al-Sharaa llegaron a capturar algunos acuartelamientos que tuvieron que desalojar tras la llegada de refuerzos desde otras zonas del país. En Banias, las inmediaciones de una de las posiciones de la policía sufrieron el acoso de los alzados durante horas en una pugna donde ambos bandos no ahorraron munición ni explosivos.

Los sangrientos sucesos comenzaron con una emboscada a una patrulla de las fuerzas de seguridad en las cercanías de la ciudad de Jableh. Las redes sociales difundieron imágenes de los cadáveres de varios policías con claros disparos en la cabeza, tirados sobre el asfalto, y rodeados de auténticos charcos de sangre. «Todos han muerto en la emboscada. ¿Dónde están los refuerzos?», se escuchaba a uno de los presentes.

«¡Les habíamos ofrecido la paz!», gritaba otro de los presentes en referencia al proceso de reconciliación que apadrinó el ejecutivo de Damasco tras la huida de Asad en diciembre, cuando aceptó que los miembros del ejército derrotado entregaran las armas a cambio de no sufrir castigo alguno.

Entrada ya la noche del jueves, un sujeto que se identificó como Muqdad Fatiha, un antiguo miembro de los uniformados leales al antiguo régimen, difundió un vídeo en el que realizaba un llamamiento a la sublevación general en las regiones alauitas y decía que sus acólitos han decidido «liberar la costa de los terroristas de Jabhat al Nusra (la antigua denominación del movimiento que lidera el actual jefe de estado, Sharaa). Los que quieran unirse, son bienvenidos».

La escalada de violencia a la que asiste el país amenaza con extenderse a la región drusa de Sweida, donde Suleiman Abdul Baki, uno de los principales jefes de las milicias locales sobrevivió a un atentado contra su domicilio, que sufrió el impacto de un cohete, según informó la televisión local.

Abdul Baki, que ya resultó gravemente herido en un atentado anterior, ha sido una de las figuras más prominentes de ese distrito, el principal bastión de la comunidad drusa, en pronunciarse contra el supuesto interés de Israel por proteger a los miembros de su fe que consideró una «interferencia» destinada a azuzar la división del país. Baki también se significó en su oposición al régimen de Bashar al Asad y sus aliados iraníes.

Fuente de TenemosNoticias.com: www.elmundo.es

Publicado el: 2025-03-08 09:03:00
En la sección: Internacional // elmundo

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