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Narrativas falsas y ‘clientes’ locales, la fórmula de la injerencia rusa en Europa | elmundo.es

Narrativas falsas y 'clientes' locales, la fórmula de la injerencia rusa en Europa

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No, el candidato vencedor de la CDU, Friedrich Merz, no intentó suicidarse. Los refugiados ucranianos no han causado las plagas de chinches en París y el ingreso en la UE no va a helar a los moldavos. Pero esta propaganda difundida en forma de fake news sirve para aupar electoralmente a fuerzas políticas más comprensivas con las políticas expansionistas del Kremlin, que repite una y otra vez la jugada de apoyarse en actores internos para debilitar a la UE y a la OTAN.

Muchas veces la intromisión rusa es difícil de aislar de la dinámica política orgánica. En muchos casos no se trata de personas con vínculos prorrusos, sino de extremistas, demagogos o soberanistas. Todos quieren subvertir el sistema, no mejorarlo, de modo que se mueven contra «la transparencia y la rendición de cuentas que implica la integración europea, que restringe sus privilegios y sus capacidades», escribe Oana Popescu-Zamfir, directora del Centro GlobalFocus y analista en Carnegie. El caso de Rumanía no es ni mucho menos único.

Moldavia y Georgía

Moldavia actúa como un amortiguador geopolítico entre Rusia y Europa Occidental, en particular la Unión Europea y la OTAN. Igual que Ucrania desde 2014, tiene un conflicto congelado: Transnistria, que permite a Rusia mantener un punto de apoyo en Moldavia e influir en su política. La mayor injerencia rusa en las elecciones presidenciales ocurrió en noviembre de 2024, que coincidieron con un referéndum para incorporar la adhesión a la UE a la Constitución del país.

El oligarca fugitivo Ilan Shor organizó una amplia red de compra de votos en nombre de sus aliados moscovitas contra la presidenta Maia Sandu y su agenda proeuropea. Moscú invirtió 100 millones de euros y hay indicios de que organizó vuelos especiales para transportar a titulares de pasaportes moldavos a Bielorrusia para participar en las elecciones.

Desde hace tiempo se ha acusado a Rusia de desestabilizar la política moldava mediante la desinformación y el apoyo financiero a partidos marginales. El gobierno moldavo ha endurecido las leyes de financiación de campañas y ha quitado la licencia a una serie de canales de comunicación prorrusos acusados de difundir propaganda de guerra. Pero cualquier señal de represión política o extralimitación legal podría complicar las negociaciones de adhesión, ha advertido la UE.

El partido europeísta PAS de la presidenta Sandu afronta un desafío al medirse con una coalición de tres partidos liderada por su rival, Alexandr Stoianoglo, un populista que ha avivado los temores contra problemas energéticos y una proliferación de la homosexualidad. El candidato pro-Kremlin ha sido fiscal general y lidera una coalición que dice querer mejorar los lazos con Rusia pero manteniendo al mismo tiempo una orientación hacia Occidente.

La receta del moldavo Stoianoglo es parecida a la que condujo a Sueño Georgiano al poder en Georgia, una ex república soviética que ahora ha abandonado su candidatura a entrar en la UE y que lleva desde el año pasado copiando leyes impulsadas por el putinismo. En Tiflis el Gobierno ha logrado recuperar los lazos comerciales y turísticos con Moscú con una política clientelista, y ha usado la propaganda de la invasión de Ucrania para avisar a la población de que, si no desean la guerra, era necesario que el gobierno revalidase su mayoría. La estratagema funcionó, consolidando el régimen del magnage Bidzina Ivanishvili.

Francia y Alemania

Francia ha acusado al servicio de Inteligencia militar ruso, el GRU, de llevar a cabo una «guerra silenciosa» encubierta contra el país durante casi una década, con una serie de ciberataques y campañas de desinformación El Gobierno francés ha acusado a Rusia de orquestar operaciones como la colocación de cinco ataúdes envueltos en banderas francesas cerca de la torre Eiffel en 2024, con la inscripción: «Soldados franceses de Ucrania».

La extrema derecha y la extrema izquierda se reparten las ganancias de esta polarización artificial. París ha acusado a Moscú de estar detrás de una campaña online para crear pánico sobre la proliferación de chinches en París y vincular el brote con la llegada de refugiados ucranianos.

Según el Bundestag alemán, Rusia ya intentó influir en la opinión de los votantes en las elecciones federales de 2021. La operación se ha repetido: más de 100 webs en alemán que inicialmente tenían contenido prorruso generado por IA fueron usados para publicar noticias falsas, que son difundidas en redes sociales por influencers pagados. El partido ultraderechista AfD es más afín a Moscú que otros partidos alemanes, y es el gran beneficiado en estas campañas.

En su manifiesto, la AfD exige el levantamiento de las sanciones económicas contra Rusia, a la que el partido de extrema derecha no ha condenado por la guerra en Ucrania. El servicio secreto alemán lo ha declarado «contrario a la Constitución», abriendo la puerta a ilegalizarlo.

Fuente de TenemosNoticias.com: www.elmundo.es

Publicado el: 2025-05-04 19:41:00
En la sección: Internacional // elmundo

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