GINEBRA – La violencia que tiene a pandillas armadas como protagonistas causó al menos 2680 muertes en Haití, incluidos 54 niños, en los primeros cinco meses del año, informó con alarma la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) en esta ciudad suiza.
El alto comisionado, Volker Türk, dijo que “por alarmantes que sean, las cifras no pueden expresar los horrores que los haitianos se ven obligados a soportar a diario”.
“Estoy horrorizado por la creciente propagación de los ataques de pandillas y otras violaciones de derechos humanos más allá de la capital, y profundamente preocupado por su impacto desestabilizador en otros países de la región”, agregó.
Además de los asesinatos causados por las pandillas, y las muertes de algunos de sus integrantes al chocar con policías o grupos de autodefensa, la oficina de Acnudh registró que las acciones de violencia armada dejaron al menos 957 personas heridas y 316 fueron secuestradas en el período considerado.
La violencia sexual perpetrada por pandillas y el reclutamiento de menores para esos grupos también siguen en aumento, y sus acciones ya no solo predominan en la capital, Puerto Príncipe, sino que se han extendido por el interior del país.
Además, el número de personas desplazadas, que abandonan su hogar huyendo de la violencia, alcanza la cifra récord de 1,3 millones, en ese país de 28 000 kilómetros cuadrados que cuenta 11,5 millones de habitantes, según informó hace dos días la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Otro dato que destaca Acnudh es que en paralelo a las fuerzas del orden -la Policía Nacional, reforzada con unos cientos de efectivos de países africanos y caribeños- operan turbas y grupos de autodefensa que están tomando el asunto en sus propias manos, lo que conduce a aún más abusos contra los derechos humanos.
Desde finales de marzo de 2025, las pandillas han lanzado importantes ataques en la comuna de Mirebalais, en el centro de Haití, saqueando comisarías de policía y propiedades privadas y liberando a más de 515 reclusos de la prisión local.
Mientras tanto, los enfrentamientos entre bandas y los grupos de autodefensa se han intensificado en la región del Bas Artibonite, al noroeste de la capital.
El 20 de mayo, al menos 25 personas murieron y 10 resultaron heridas a manos de individuos armados que las acusaron de apoyar a las bandas. Hubo asesinatos con machetazos dentro de una iglesia o en sus casas, y algunos cuerpos fueron posteriormente arrastrados a la calle y quemados.
Diez días después, seis miembros de una misma familia, incluidas cuatro niñas de entre dos y catorce años, fueron asesinados en su domicilio por tres bandas aliadas en el barrio de Pernier, Puerto Príncipe. Estos asesinatos se produjeron en respuesta a la intensificación de los operativos policiales y las víctimas fueron atacadas al azar.
Las operaciones policiales contra las pandillas se han intensificado recientemente en la capital. Desde principios de año, al menos 1448 personas han muerto durante operativos policiales, mientras que al menos 65 han sido ejecutadas sumariamente por elementos policiales.
“Todo uso de fuerza letal por parte de los agentes del orden público debe atenerse siempre a las normas de derechos humanos y a los principios de legalidad, necesidad, proporcionalidad, no discriminación, precaución y rendición de cuentas”, dijo Türk.
Y “quienes violen la ley deben rendir cuentas”, agregó.
La impunidad por las violaciones de derechos humanos y la corrupción son factores desencadenantes de la prolongada y multidimensional crisis que enfrenta el país, según informes acumulados sobre la situación de Haití en los últimos años.
Türk consideró fundamental que las autoridades cumplan su compromiso de abordar todos los delitos, incluidos la violencia sexual y los delitos financieros como la corrupción.
“Los grupos de trabajo judiciales especializados deben establecerse lo antes posible”, añadió Türk.
El gobierno provisional haitiano, establecido hace un año con una presidencia colegiada de nueve miembros, asumió como responsabilidad central lograr un clima de estabilidad que permita efectuar elecciones para nuevas autoridades antes de febrero de 2026.
Türk instó a la comunidad internacional a actuar con determinación para poner fin a la violencia, y sostuvo que “los próximos meses serán cruciales para tomar medidas más contundentes y coordinadas, que contribuirán a determinar la estabilidad futura de Haití y de la región en su conjunto”, declaró.
“Exijo un renovado apoyo a la Misión de Apoyo Multinacional a la Seguridad, que carece de recursos y equipo suficientes, y la plena aplicación del embargo de armas del Consejo de Seguridad. No se debe permitir que más armas ilegales faciliten los horrores que se desatan en Haití”, añadió.
La Misión de Apoyo se ha nutrido de unos cientos de policías militares de Kenia -que encabeza la misión- y algunas decenas de El Salvador, Guatemala y países caribeños, pero está lejos de la meta de 2500 efectivos y fluyen quejas sobre falta de recursos.
Türk agregó un llamado a naciones con migrantes haitianos -Estados Unidos y la vecina República Dominicana, con los mayores números – para que detengan la deportación de ciudadanos de ese país.
La amenaza de deportación se cierne sobre cientos de miles de haitianos que han llegado a Estados Unidos, con el cambio de su política migratoria. República Dominicana deportó a casi 200 000 haitianos el año pasado y se estima en 120 000 el número de deportados en lo que va de 2025.
A-E/HM
Fuente de TenemosNoticias.com: ipsnoticias.net
Publicado el: 2025-06-13 15:55:00
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