En marzo de este año, la Comisión Nacional de Energía visó la desconexión de la IEM a partir del 31 de diciembre de 2025, para su posterior reconexión a partir del 1 de julio de 2026, esta vez reconvertida a gas natural.
Por otro lado, la Central Termoeléctrica Andina (CTA) y Central Termoeléctrica Hornitos (CTH), también de la francesa Engie, dejarían a partir del 1 de enero de 2026 de producir energía en base a carbón para pasar a operar con biomasa, proyecto que fue aprobado por la autoridad ambiental chilena en 2022.
“Tenemos preocupación porque hay una ausencia de remediación ambiental al momento de cerrar una central. Los cierres empiezan el próximo año y necesitamos desde ya planes que expliquen en detalle qué va a pasar, por ejemplo, con la infraestructura”, comentó Melej.
A la falta de planes de retiro y una política definida que se haga cargo de los pasivos ambientales, se suma el factor de reconversión, que viene de la mano con otro tipo de consecuencias.
“Nosotros calculamos que, en el caso de la reconversión a biomasa, se necesitan 100.000 hectáreas de eucalipto para producir pellet, por lo que incluso se tendría que importar”, detalló Melej, quien además subrayó que Chile no tiene condiciones técnicas para superar el gas natural al menos hasta fines de la década.
“Esto depende sobre todo del avance en tecnologías de almacenamiento y transmisión, porque ya tenemos problemas de vertimiento de energías renovables. Desde el punto de vista de seguridad del suministro, por lo menos para superar las centrales de carbón, estaríamos cerca recién en 2026, y para superar el gas natural cerca de 2030”, puntualizó Melej, aunque recalcó que la reconversión “es una señal de alerta que puede pasar a aumentar el parque fósil”.
Fuente de TenemosNoticias.com: ipsnoticias.net
Publicado el: 2024-11-28 07:50:00
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