Honduras cuenta actualmente con 93 áreas protegidas. De estas, 75 están legalmente declaradas y 18 a nivel propuesta. Aunque las penas por delitos forestales en estas áreas van desde los nueve meses hasta los 12 años de reclusión, la deforestación ha sido durante décadas su principal amenaza, explica el ingeniero Daniel García, jefe del departamento de Áreas Protegidas del ICF.
“Tenemos muchos problemas que impactan en la biodiversidad, pero ninguno como la deforestación”, dijo García, quien reveló que entre 2016 y 2020 se perdieron más de 81 000 hectáreas de bosque por año, principalmente de bosque latifoliado, que deriva en la pérdida de hábitat y fragmentación del paisaje.
Las áreas protegidas en Honduras son declaradas por el legislativo Congreso Nacional, mientras que las microcuencas hidrográficas abastecedoras de agua a las comunidades para uso doméstico, productivo y energético, son declaradas por el ICF, según establece el artículo 109 de la Ley Forestal, Áreas Protegidas y Vida Silvestre.
El ICF también es el encargado de administrar las áreas protegidas, elaborar sus planes de manejo y velar por su cumplimiento a través del Sistema Nacional de Áreas Protegidas de Honduras (Sinaph).
Para realizar esta labor, el ICF puede hacerlo de forma directa o a través de terceros. “Esta actividad podrá realizarla en forma directa o por delegación, mediante la suscripción de convenios o contratos de manejo o co-manejo con municipalidades, mancomunidades, organizaciones comunitarias o de la sociedad civil organizada dedicadas a la protección y conservación de áreas protegidas y vida silvestre.”, según el artículo 111 de dicha ley.
De acuerdo a los registros de ICF, estas áreas abarcan más de cinco millones de hectáreas y el sistema cubre cerca de 28 % del territorio terrestre hondureño, “lo que subraya la relevancia y el impacto de estas áreas en la conservación de la biodiversidad y los recursos naturales del país”.
Entre 2022 y 2023, el ICF estima que se perdieron aproximadamente 65 000 hectáreas de bosque anuales, una cifra menor que años anteriores, pero que preocupa a las autoridades.
“Aunque están bajando, aún son cifras muy altas de deforestación, si seguimos a ese ritmo estaríamos perdiendo significativamente territorios de las áreas protegidas, aproximadamente 55 % de la deforestación en los últimos siete años ha sido en áreas protegidas”, dijo García.
Para García, frenar la deforestación es un trabajo enorme, que requiere de muchos recursos, voluntad política y trabajo coordinado de muchas instituciones del Estado y organizaciones de la sociedad civil, ya que la deforestación en Honduras también ha estado asociada a actividades ilícitas como la minería ilegal y el narcotráfico.
En ese contexto, dio a conocer que el ICF ha optado por ejecutar medidas neutralizadoras para hacerle frente a la deforestación, priorizando algunas zonas para optimizar los recursos, a la vez que reconoció que el financiamiento es una de las grandes limitantes.
“Los planes de manejo son ambiciosos, están enfocados en muchas cosas, pero recientemente se elaboró una evaluación sobre la brecha financiera de algunas áreas protegidas y uno llega a la conclusión de que se planifica mucho, pero realmente hay poco presupuesto disponible”, expresó.
Fuente de TenemosNoticias.com: ipsnoticias.net
Publicado el: 2024-10-16 05:28:15
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