Imputación de Sacerdotes Jesuitas por Encubrimiento de Abuso Sexual
LA PAZ, Bolivia — Tres sacerdotes jesuitas, dos bolivianos y uno español, han sido imputados por encubrimiento en un caso de abuso sexual ocurrido en 1961, relacionado con el exarzobispo de La Paz, Alejandro Mestre, en el contexto de una investigación sobre pederastia clerical, según informó la fiscalía boliviana el jueves.
El fiscal general de Bolivia, Juan Lanchipa, anunció que se emitió la imputación formal contra los sacerdotes Osvaldo Chirveches, Bernardo León Mercado, e Ignacio Suñol. La investigación contra Mestre, quien falleció en 1988, comenzó el año pasado tras revelaciones del diario El País sobre los abusos del padre Alfonso Pedrajas, un jesuita español que habría cometido al menos 85 abusos en las décadas de 1970 y 1980, documentados en su diario personal.
La Fiscalía ha instado a las víctimas a denunciar otros abusos; hasta julio de 2024, se han abierto más de 10 procesos relacionados. Lanchipa indicó que la víctima, que en el momento del abuso era menor de edad, denunció haber sido agredida en dos ocasiones por Mestre, pero tardó años en acudir a la justicia debido al miedo.
Chirveches, quien presentó la denuncia en mayo del año pasado, también implicó al sacerdote Luis Roma, fallecido en 2019, sugiriendo que la Compañía de Jesús colaboró en las investigaciones. La Fiscalía informó que Chirveches cerró una investigación interna sobre Mestre sin notificar al Ministerio Público.
Lanchipa ha solicitado medidas preventivas para los imputados, incluyendo la prohibición de salir del país, la restricción de comunicarse con la víctima y la imposición de detención domiciliaria.
Los jesuitas en Bolivia enfrentan severas críticas por estos hechos y han pedido disculpas, reconociendo el dolor causado a las víctimas y la importancia de que las denuncias no sean ignoradas, incluso respecto a clérigos fallecidos.
Desarrollo de Investigaciones y Consecuencias Legales
En marzo de 2023, dos sacerdotes ancianos, superiores de Pedrajas, también fueron acusados de encubrimiento. La justicia determinó que, debido a su avanzada edad, Marcos Recolons de 81 años y Ramón Alaix de 83 años, se les impusiera detención domiciliaria.
Las revelaciones sobre abuso clerical han generado un clamor por justicia y una reevaluación de cómo la Iglesia aborda estos casos graves.
Fuente y créditos: www.vozdeamerica.com
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