Despeje de rutas y situación política en Bolivia
LA PAZ, BOLIVIA — La policía boliviana comenzó el lunes a despejar una importante ruta que conecta el país, en la cuarta semana de bloqueos carreteros organizados por seguidores del expresidente Evo Morales. Mientras tanto, el gobierno confirmó que uno de los tres regimientos militares “tomados” en el centro del país por simpatizantes del exmandatario permanece bajo su control.
“Vamos a desbloquear pacíficamente las rutas que han sido tomadas por grupos delincuenciales”, dijo el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, mientras la policía iniciaba el retiro de los bloqueos en la ruta que une La Paz, en el occidente del país, con Santa Cruz, en el oriente, para restablecer el tránsito de alimentos y combustible.
“Hay un cuartel que sigue tomado. En los otros estamos realizando un inventario de las armas al interior de los cuarteles”, añadió del Castillo.
Avance policial y consecuencias de los bloqueos
Cientos de policías, con el apoyo de tractores, avanzaban limpiando escombros en la ruta, mientras los bloqueadores se retiraban pacíficamente ante el numeroso contingente policial. Tras ellos, decenas de camiones y vehículos varados por varios días esperaban reanudar su viaje, según imágenes en directo de varias televisoras.
La semana pasada, en un operativo similar, el gobierno logró abrir otra ruta vital a La Paz, que ha logrado mantenerse despejada. Según del Castillo, en ese operativo, la policía fue atacada con dinamita por los manifestantes, resultando en 66 detenciones bajo cargos de terrorismo.
Antecedentes de los bloqueos y la crisis política
Los cortes iniciaron el 14 de octubre en apoyo a Morales, quien enfrenta una investigación por el supuesto abuso de una menor de 15 años durante su mandato (2006-2019). Sus seguidores exigen la renuncia del presidente Luis Arce, ante el deterioro de la economía. Los bloqueos han dejado pérdidas de más de mil millones de dólares, según el viceministro de Comercio Grover Lacoa, y 35 heridos, la mayoría policías, de acuerdo al ministerio de Salud.
Este es un nuevo capítulo en la larga disputa entre Morales y Arce por el control del aparato partidario, de cara a las elecciones de 2025, en medio de una severa crisis económica y política en el país. Morales, de 65 años, sostiene que el caso judicial ha sido “montado” para excluirlo de la carrera electoral, mientras Arce lo acusa de conspiración política y de un “bloqueo económico” para forzar su renuncia.
Diálogo y perspectiva en el Senado
Desde su bastión en la región cocalera del Chapare, donde se resguarda, Morales inició una huelga de hambre el fin de semana. En declaraciones a The Associated Press, señaló que está dispuesto a seguir su lucha, pero también “a iniciar un diálogo sin condiciones” con la mediación de “organismos internacionales o países amigos”.
“Puede haber diálogo, pero no se negociará la impunidad ni la violación a las normas que garantizan el libre tránsito”, respondió Del Castillo ante los medios.
Esta semana, la disputa política se trasladará a la Asamblea Legislativa, donde ninguna de las fuerzas controla la mayoría. Los diputados y senadores renovarán sus directivas, y la atención está centrada en el Senado, controlado por el ala leal a Morales. Los seguidores de Arce buscan reemplazar al actual presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, hombre fuerte de Morales.
“Ya no hay hegemonías políticas, sino bloques. El escenario para la elección de los presidentes de las cámaras es complejo y ojalá los legisladores no piensen en sus caudillos sino en dar salidas al país ante la actual crisis”, afirmó el diputado opositor Marcelo Pedraza.
Diputados y senadores han convocado a sesión el martes para elegir a sus presidencias.
Fuente y créditos: www.vozdeamerica.com
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