SAN SALVADOR — Desafíos económicos en El Salvador
Lidia Ortez Ángel, de 65 años, residente de Soyapango, vive vendiendo ropa y zapatos donados y depende de la caridad de sus vecinos. Con la escasez de empleo formal, Lidia menciona que ha estado sin trabajo como lavandera durante un año y medio debido a problemas de salud. En su vecindad, Marina Navas enfrenta una situación similar; trabaja como niñera ganando solo 100 dólares al mes, un tercio del salario mínimo en el país.
Desde que Nayib Bukele asumió la presidencia en 2019, la violencia de pandillas fue la preocupación inicial, pero ahora el desempleo y el alto costo de vida son los principales problemas. A pesar de las medidas del gobierno, como la reducción de aranceles y la creación de agromercados para ofrecer alimentos asequibles, se ha observado que los precios de los alimentos siguen aumentando. Según el Banco Central de Reserva de El Salvador, entre junio y julio de 2024, los precios de los alimentos subieron un 0,9 %, y la canasta alimentaria en áreas urbanas se elevó un 30,6%, alcanzando los 264 dólares.
Luis Treminio, presidente de la Cámara Salvadoreña de Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios, advierte sobre la baja producción agrícola, la cual se debe a diversos factores como el cambio climático, el aumento de los costes de producción y la falta de apoyo gubernamental.
Casi la mitad de la población salvadoreña no cuenta con empleo formal con beneficios sociales, y en 2023, el 42.5 % de los ciudadanos sobrevive en condiciones de “subempleo”. Si bien el salario mínimo se ha mantenido en 365 dólares desde 2021, no se han iniciado discusiones sobre un posible incremento, a pesar de que el costo de la canasta básica ha incrementado en un 30 %.
Medidas del Gobierno y Futura Economía
Ante estas crecientes dificultades, Bukele ha tomado medidas como cancelar impuestos en 160 productos de la canasta básica durante diez años, aunque algunos legisladores sugieren que eliminar el IVA podría tener un impacto más significativo. Además, se están promoviendo inversiones extranjeras, lo que ha llevado a un aumento en el turismo del 36 % entre 2022 y 2023.
A medida que la seguridad ha mejorado, también lo ha hecho el interés por las propiedades en la costa, lo que plantea un nuevo desafío para el gobierno ante el aumento en los precios inmobiliarios. Bukele ha expresado su intención de abordar los problemas económicos tras la mejora de la seguridad.
Sin embargo, El Salvador enfrenta una significativa deuda pública de 30.173 millones de dólares, una carga que en gran parte se sostiene por las remesas de salvadoreños en el extranjero, que suman aproximadamente 8.000 millones de dólares anuales. La situación económica continua afectando a muchos ciudadanos que, como Lidia y Marina, luchan diariamente por conseguir lo esencial para subsistir.
Fuente y créditos: www.vozdeamerica.com
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