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Brooke Shields protagoniza comedia de Netflix La madre de la novia

Brooke Shields protagoniza comedia de Netflix La madre de la novia

Cuando todos, o al menos la inmensa mayoría de espectadores, le habían perdido la pista a Brooke Shields, la inolvidable protagonista de la icónica película La laguna azul (1980) reaparece de nuevo y, como todo en su vida, no podía hacerlo de una manera sencilla.

Lo hace por todo lo alto con la película de Netflix La madre de la novia, que encabezó la lista de las más vistas no solo en Colombia sino en la mayoría de las naciones de Latinoamérica y España. De hecho, alcanza el top ten en noventa países de todo el planeta.

Al adentrarse en la biografía de esta actriz y modelo de 58 años, todo parece exagerado, inverosímil, inesperado. Si alguien escribiera un guion sobre su vida, probablemente un profesor primerizo le echaría en cara que rompe el principio de verosimilitud que anunció Aristóteles en su Poética, según el cual una historia ha de ser creíble. Y probablemente lo rechazarían por exagerado.

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Shields, hija de una madre alcohólica, fue expuesta a los medios desde su más tierna infancia. Antes de cumplir el primer año ya había aparecido en un anuncio de jabones. Desde los tres años estuvo bajo los focos de forma permanente y, a los diez, unas fotografías artísticas donde se mostraba desnuda aparecieron en las páginas de Playboy, revista de la que fue portada con 21 años.

Muchos pueden pensar que la niña y joven Shields fue explotada por su familia; sin embargo, ella ha manifestado que siempre se sintió protegida por su madre, aunque “le costó quererla” porque se sentía responsable de ella debido a su adicción.

Hipersexualizada

Brooke Shields revela gran parte de los secretos de su vida en Hollywood en el documental ‘Pretty Baby’, de Hulu.

Foto:FOTO: GETTY

Gracias a su cautivadora belleza, que era muy diferente a la de otras actrices, logró papeles importantes desde niña. Al inicio de su pubertad, precisamente a sus 12 años, protagonizó la película Pretty Baby (1978), ópera prima del director francés Louis Malle, en la que interpreta a una niña prostituta, explotada por la madame del burdel y por cuya virginidad pujan los clientes. En la película aparecían imágenes de sus partes íntimas, que luego fueron suprimidas y que fueron objeto de polémica, especialmente por la edad de Shields. Esto llevó a que la cinta terminara siendo censurada en varios países, acusándola de “pornografía infantil”.

A sus 15 años realizó un anuncio de pantalones de la marca Calvin Klein, contoneándose de forma provocativa y manifestando que no llevaba ropa interior. Según la prensa de la época, cobró diez mil dólares diarios por rodar el anuncio. Este comercial también fue prohibido por algunas cadenas de televisión y llevó a que cambiara el enfoque de la industria publicitaria.

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Aunque su nombre ya era reconocido en la industria gracias a estos trabajos, su gran éxito, el que la consagró como una estrella de fama mundial, fue sin duda La laguna azul. Una película que quedó en la retina de toda una generación, no solo por la indudable belleza de Shields y Christopher Atkins.

Shields con 15 años y Atkins con 18 protagonizaron la historia de dos jóvenes que viven el despertar hormonal y la pérdida de la virginidad en una isla desierta; allí, con la inocencia de vivir en plena naturaleza, lejos de convenciones sociales, descubren el sexo y el amor.

La película era un canto a la libertad, a la inocencia, a la espontaneidad, a la vida en comunión con la naturaleza alejados de la cultura y la civilización. Es el mito del buen salvaje de Rousseau. Para otros, se trató de una película de soft porn y de mala educación sexual.

La película, en efecto, no fue ajena a críticas y fue señalada de malas prácticas. Por ejemplo, la mamá de Shields, Teri, invitó a Atkins a vivir en su casa junto con su hija para buscar que los jóvenes se enamoraran antes de rodar. Shields después recordó en un pódcast que sintió la situación muy forzada, especialmente en una edad en la que ella no había dado su primer beso. Además, estuvo el tema de la desnudez y la aparición en cámara de ambos. “La verdad fue un poco incómodo”, coincidirían años después los protagonistas.

Brooke terminó convirtiéndose en una estrella de cine, llegó a la cima del éxito, del dinero y de la fama. La prensa de la época comentaba que su primer novio fue Matt Dillon, pero también hablaban de sus escabullidas con John Travolta, que en ese momento triunfaba con Grease. Eran finales de los 70.

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Se codeó con las grandes superestrellas multimillonarias de la música, como George Michael y Michael Jackson, con el que le atribuyeron también un noviazgo, pero ella lo desmintió. Solo eran buenos amigos. Fue la más joven en aparecer en la revista Vogue, y Time la eligió como el rostro de la moda en los años ochenta, durante los cuales alternaba su trabajo como actriz con el de modelo.

Sobreviviente

“Hacer el documental y ver toda la historia completa me hace pensar que es un milagro que haya sobrevivido”

A los veinte años, en una cita con un productor ejecutivo del que Shields no reveló su nombre, este se abalanzó sobre ella cuando trabajaban en un guion y la violó.

Paralizada por el miedo, no fue capaz de oponer resistencia, ni tan siquiera de decir que no, según manifestó posteriormente ella misma en el documental Pretty Baby: Brooke Shields (2023).

Se quedó quieta, esperando solamente a que aquello terminara pronto y que el hombre no acabara con su vida.

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“Hacer el documental y ver toda la historia completa me hace pensar que es un milagro que haya sobrevivido”, dijo la actriz.

En medio de un ambiente turbio, de unas amistades alocadas por el alcohol y las drogas y del sentimiento de culpa por la violación, Shields decidió bajarse del carro en la cresta de la ola. Desapareció y se licenció con honores en Lenguas Romances en la Universidad de Princeton, una de las más prestigiosas del mundo.

La actriz narró cómo fue el momento en que fue vulnerada por un productor de cine.

Foto:Instagram: @brookeshields

Al complementar su formación, intentó aplicar a papeles más interesantes en los que, además de mostrar su magnífico cuerpo y su gran belleza, pudiera mostrar también su inteligencia, y así reforzar su carrera. Pero los estudios de Hollywood no le perdonaron que los hubiera abandonado, condenándola al ostracismo en el cine.

A sus 32 años, se casó con Andre Agassi, uno de los mejores tenistas de todos los tiempos, el único que ha ganado una medalla de oro olímpica, los cuatro grand slams, el torneo de Maestros y la Copa Davis.

La tumultuosa relación no duró mucho tiempo. En un cameo de Shields en la famosa serie Friends, ella lamió los dedos del actor que interpretaba a Joey Tribbiani, y Agassi rompió sus propios trofeos en un ataque de celos.

Pese a la ruptura, después, Shields encontró la estabilidad con el guionista y productor Chris Henchy, con el que está casada y tiene dos hijas, una de las cuales sigue los pasos de su madre como modelo, apoyada por ella.

Regreso a las pantallas

Junto al éxito del año pasado de su documental sobre su extraordinaria vida, Shields ha vuelto a brillar protagonizando la nueva comedia romántica de Netflix La madre de la novia, que la está rompiendo en la plataforma de streaming.

La película no pasará a los anales de la historia del cine –ha recibido severas evaluaciones de la crítica–, como tampoco lo logró La laguna azul.

Sin embargo, la película, que no se aleja de los cánones de la comedia romántica, tiene algo que la hace especial y que la conecta con el gran público. Habla de las segundas oportunidades y de que la vida puede ser también extraordinaria en la edad madura.

Nadie mejor para protagonizarla que Brooke Shields, que vuelve a tener otra oportunidad a sus 58 años. Una actriz que ha superado a una madre alcohólica, la fama y el éxito desde su más tierna infancia, una violación, un matrimonio conflictivo, el ostracismo después de tenerlo todo, y que, sin embargo, habla con madurez, con agradecimiento, eligiendo la parte buena de la vida y perdonando a su madre.

Brooke Shields no solo puede ser considerada la mujer más bella, sino que también tiene algo especial, algo que conectó con el público en su juventud, y que sigue conectando en su madurez.

CARMEN JIMÉNEZ (*)
EFE REPORTAJES

(*) Con información adicional de EL TIEMPO.

Fuente de TenemosNoticias.com: www.eltiempo.com

Publicado el: 2024-06-02 01:00:00
En la sección: EL TIEMPO.COM -Cultura

Publicado en Cultura

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