San Chárbel, tú que pasaste la vida en soledad y oración en una ermita humilde y escondida, renunciando al mundo y a sus placeres vanos, realizando prodigios a quienes se acercaban a ti en la necesidad, acrecienta nuestro amor a Dios y al prójimo. Ayúdanos a rezar con fe y perseverancia, a abandonar el mal y elegir el bien. Defiéndenos de los enemigos visibles e invisibles y socorrenos durante toda la vida.
A ti, qué obras grandes milagros, también nosotros nos acercamos confiados: obtén de Dios la paz en Medio Oriente, la fuerza de la fe para nuestros hermanos cristianos perseguidos, el consuelo divino para quienes son humillados por la violencia y el mal, la gracia del perdón a quien tiene el corazón cerrado y herido.
Gracias, oh San Charbel, humilde en la tierra pero grande en el cielo, por lo mucho que harás por todos nuestros hermanos y hermanas cristianos que sufren.
San Chárbel,
reza por nosotros!
*Oración tomada de Comunità Cenacolo*
San Chárbel fue muy conocido por su devoción. Foto:iStock
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San Chárbel fue el primer santo del Líbano
Joseph Antoun Makhlouf, más conocido como San Chárbel, nació en 1828 en el pueblo Beqa-Kafra, ubicado en Líbano, donde vivió parte de su vida junto a sus hermanos y sus padres, quienes eran unos devotos agricultores maronitas.
Su infancia siempre estuvo encaminada por su deseo de alcanzar la santidad, por lo que cada día sin falta el pequeño se escapaba a una gruta natural para poder orar con tranquilidad y dedicar su tiempo en soledad a Dios.
Cuando cumplió los 23 años, el joven decidió abandonar la casa de su familia para llegar al Monasterio de Nuestra Señora del Líbano, donde comenzó su noviciado, sin embargo, para poder cumplir con su propósito Joseph tuvo que caminar durante todo un día, ya que no contaba con los medios para transportarse.
Las personas le piden sanación espiritual. Foto:iStock
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Una vez concluyó su preparación en la orden, se unió a los monjes maronitas del Monasterio de San Marón en Annaya, donde finalmente eligió ser llamada Chárbel, con la finalidad de rendir homenaje a un mártir del siglo II, que lo inspiraba constantemente en su carrera.
A pesar de que por casi dos décadas el hombre se dedicó exclusivamente a la oración, el trabajo comunal y el silencio, fue reconocido por muchos por su estrecha relación con Dios, por lo que, en 1965, el Papa San Pablo VI lo beatificó y dos años después fue canonizado como el primer santo del Líbano.
Desde ese momento, el sacerdote y monje ermitaño se convirtió en un símbolo tanto para los feligreses católicos como para los musulmanes, representando así la unión entre las culturas y religiones del mundo.
Es reconocido por su poder de sanación física. Foto:iStock
A la edad de 70 años, Chárbel falleció en la víspera de Navidad de 1898, tras varios días luchando contra la hemiplejía, una parálisis que afecta un solo lado del cuerpo, incluyendo brazo y pierna, por una lesión en el cerebro.
Tras su muerte este santo se volvió famoso por la cantidad de milagros que se le atribuyen, siendo el intercesor entre Dios y la humanidad cuando de peticiones se trata, hay quienes creen que él es el responsable de conceder la sanación física y espiritual.
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STEPHANY GUZMÁN AYALA
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
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Publicado el: 2025-06-12 20:47:00
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