la debilidad de los amantes del dulce, en el occidente de Bogotá

Angelino nació en 2004 y abrió sus puertas al público dos años después. Su nombre proviene de la devoción de sus propietarios hacia los ángeles, ya que esta palabra significa ‘pequeño ángel’ en italiano. Este rincón de deliciosos postres y tortas, ubicado en el barrio Villas de Granada, es una institución en el noroccidente de Bogotá.

René Garzón, su propietario y fundador, renunció a su trabajo en la empresa de acueducto después de 12 años para cumplir su gran sueño: estudiar pastelería profesional, especializándose en recetas gourmet con influencias españolas e italianas.

Él junto a su esposa, María Clemencia, decidieron abrir su propio negocio. “Toda mi vida luché por ser independiente, pero en las épocas de nosotros no era tan fácil adquirir un crédito”, cuenta.

Ambos, apasionados por la comida, pero sobre todo por los buenos  postres, decidieron aventurarse en el mundo de la repostería. Garzón se enfocó en crear recetas únicas y deliciosas que les permitiera a sus clientes saborear recetas de dulce, suaves y cremosas. Sus estudios le sirvieron para perfeccionar sus técnicas y desarrollar una oferta de postres inigualable.

En este lugar los clientes pueden encontrar islas flotantes, arroz con leche, tiramisú, natilla con mora y arequipe, milhojas, genovesas bañadas en tres leches, galletas de coco, postre de natas, leche asada y pie de limón, solo por mencionar algunos. Los precios oscilan entre 4.000 y 10.000 pesos. Los sabores equilibrados y la calidad de los ingredientes han hecho de esta pastelería un destino obligado para los amantes del dulce.