Michaela Peacock, una mujer de 35 años, tuvo que acudir al médico luego de que su estilista le advirtiera sobre el crecimiento anormal de una mancha en su cuero cabelludo, al que ella había decidido ignorar.
De acuerdo con lo expresado por la mujer para el diario Daily Mail, una noche se encontraba viendo televisión en su casa mientras pasaba las manos por su pelo y de repente se percató de que tenía una pequeña protuberancia del tamaño de una moneda.
En medio del pánico, la mujer le pidió a su esposo que observara su cabeza y tomara una fotografía de la extraña masa. Tan pronto como el hombre lo hizo le indicó que se trataba de un lunar común e inofensivo.
La mujer dice que durante su infancia no utilizó protector solar. Foto:iStock
Al escuchar la explicación de su pareja, Michaela consideró que no era necesario alarmarse por la mancha, ya que creyó que esta había salido con el paso del tiempo, por lo que no buscó ayuda profesional.
Sin embargo, a los pocos días la mujer decidió enviarle la imagen que había tomado su esposo a la clínica estética que frecuentaba para escuchar una segunda opinión de la persona que se encarga del cuidado de su cabello.
Unas horas más tarde, la empleada del establecimiento le envió un mensaje de texto diciendo que en otras oportunidades había visto la mancha, pero que parecía estar más grande y oscura que la última vez.
Así fue diagnosticada Michaela
A principios del mes de enero la mujer programó una cita médica con su doctor para compartir las sospechas que tenía sobre su salud, pero dentro de sus posibilidades jamás imaginó que se tratara de una enfermedad mortal.
Cuando el especialista vio la protuberancia que crecía en la cabeza de la paciente, consideró necesario remitirla de urgencia al Hospital North West Anglia en Huntingdon, Reino Unido, donde le practicaron varios exámenes.
La mujer logró eliminar el lunar de su cabeza. Foto:iStock
Luego de obtener los resultados, los doctores la sometieron a una intervención quirúrgica para extirpar el lunar, ya que el pigmento de este era preocupante. Sumado a esto, los profesionales le hicieron una biopsia y al poco tiempo se dieron cuenta de que tenía un melanoma, un cáncer que se desarrolla en la piel.
A pesar de ello, como la enfermedad fue detectada en las primeras etapas, pudo ser tratada y controlada, pero el diagnóstico hizo reflexionar a Michaela sobre el poco uso que le dio al protector solar desde que era una niña.
STEPHANY GUZMÁN AYALA
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
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Publicado el: 2025-05-27 23:45:00
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