En marzo de 2020, Janet Thomas, una mujer de Swansea, Gales, en Gran Bretaña, empezó a notar que una mancha de color café crecía en su mejilla derecha, justo antes de que confirmaran el confinamiento por la crisis sanitaria.
A pesar de lo alarmante que era la situación, la paciente decidió ignorar los síntomas pensando que se trataba de un lunar inofensivo o una irritación producida por los efectos secundarios de un medicamento que estaba tomando en ese momento.
La mujer jamás imaginó que padecía cáncer de piel. Foto:iStock
De acuerdo con lo relatado por Janet en algunos medios locales, jamás imaginó que la afección que presentaba en la piel estuviera relacionada con una enfermedad grave, ya que a lo largo de su vida fue muy cuidadosa con el estado de su apariencia.
Es así como años más tarde, cuando la mujer fue trasladada de urgencia al Hospital Morriston por problemas pulmonares crónicos que le impedían respirar y una afección en la mandíbula causada por la artritis, una enfermera se percató de que la mancha en su rostro lucía extraña.
Sin embargo, al darle prioridad a la condición especial que presentaba con su salud, los médicos se vieron en la obligación de inducirle un coma durante seis días para poder tratar una neumonía que le habían detectado y la inflamación en la cavidad torácica.
Una enfermera consideró que el color de la mancha no era algo normal. Foto:iStock
Tenía cáncer de piel y no lo sabía
Unas semanas más tarde, después de recuperar su conciencia, la enfermera que la había recibido al inicio del proceso notó que, durante los días de ausencia de Janet, la mancha se había vuelto más oscura, por lo que creyó pertinente remitirla con un dermatólogo.
Tras reunirse con el especialista, el profesional le indicó que la marca que tenía en la mejilla derecha no era un lunar común como ella pensaba, sino que, por el contrario, se trataba de un cáncer en la piel.
Después de la cirugía la mujer no soporta ver su reflejo en el espejo. Foto:iStock
Al escuchar el diagnóstico, el doctor le informó que era posible eliminar la mancha con medicamentos, pero los resultados de una biopsia revelaron que su enfermedad ya estaba en una etapa muy avanzada.
En ese sentido, los expertos decidieron someterla a una intervención quirúrgica par extirpar toda la mejilla y parte del cuello, un proceso que le dejó 150 puntos, grapas y varias cicatrices faciales importantes que han afectado de forma significativa su autoestima.
Actualmente, Janet considera que ella ya no es la misma, debido a que no soporta mirar su reflejo en un espejo porque asegura que su nariz ha empezado a caerse desde que salió del quirófano, por lo que evita salir de su casa.
STEPHANY GUZMÁN AYALA
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
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Publicado el: 2025-05-27 00:14:00
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