pese a que Baena, el Villarreal y el Atlético tienen claro desde que el internacional español rechazara en el pasado mercado invernal la mareante oferta que había llegado desde Arabia Saudí que vestirá de rojiblanco la próxima temporada, lo cierto es que su aterrizaje en el Metropolitano se está convirtiendo en toda una ‘partida de ajedrez’ en la que ambos clubes miden sus movimientos al máximo en su afán de cerrar la operación de la manera más ventajosa posible.
Desde el lado de la Cerámica, el propósito es claro: recaudar los 55 millones que marcan la cláusula de rescisión del centrocampista o, al menos, una cifra aproximada. En el Metropolitano, en cambio, el plan pasa por abaratar notablemente ese precio de salida, principalmente incluyendo en la operación a un Riquelme pretendido por el Villarreal desde que ya por el mes de diciembre solicitara su cesión sin éxito.
Sin embargo, pese a que las posturas están claras y pudiera parecer sencillo hacerlas confluir, en los dos bandos cuentan con obstáculos que dificultan, y sobre todo dilatan, el acuerdo. Así, la entidad amarilla encuentra en su compromiso de «no cortar las alas» (como aseguró el presidente Fernando Roig) a un jugador que se «merece lo mejor» (apostillaría Marcelino) y en el propio deseo de Baena de empezar una nueva aventura en el Atlético («las etapas empiezan, son muy bonitas y hay un momento en el que acaban», añadiría el técnico) condicionantes para mostrar una posición de fuerza e inflexibilidad en las conversaciones iniciadas ya la semana pasada.
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No obstante, tampoco el entendimiento con Baena para que defienda la camiseta rojiblanca durante las próximas cinco temporadas supone una garantía de que el Atlético consiga rebajar demasiado esos 55 millones que exigen desde el Villarreal. De ahí que, por mucho que el Mundial de Clubes aparezca a la vuelta de la esquina, es precisamente el paso del tiempo y el desarrollo del mercado una de las mejores armas para conseguir que esa cantidad inicial se vaya reduciendo.
Una operación independiente… pero dependiente
La otra gran manera de lograr que el traspaso no se aproxime a los 55 kilos pasa por incluir a jugadores, concretamente a Riquelme. Sin embargo, pese al interés del Villarreal en su contratación, el plan del Atlético de convertir su salida en una de las llaves de cara a los fichajes previstos y de que el futbolista no vería con malos ojos seguir disputando la Champions luciendo de amarillo, de nuevo surgen tiras y aflojas.
Así, mientras el Villarreal trata de ingresar el máximo por Baena y afrontar el fichaje del canterano rojiblanco como una operación independiente, en el Metropolitano tratan de aprovechar el deseo amarillo para amortiguar su inversión. En este sentido, si bien las operaciones podría cerrarse de manera independiente, también podrían tener una gran relación, pues si fuera así desde el Atlético podrían mostrar la misma intransigencia en el precio de salida de Roro con la que se toparan en la negociación por el centrocampista convocado por Luis de la Fuente.
De hecho, las numerosas noviascon las que cuenta Riquelme, así como los elevados precios con los que se está encontrando el Atlético cuando llama a otras puertas en busca de sus principales objetivos, refuerzan su postura de tasar al jugador de una manera importante, ya sea dentro o fuera de la operación Baena. De lo que no cabe duda es que, aunque el final ya esté escrito, cada movimiento cuenta.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.marca.com
Publicado el: 2025-05-28 09:28:00
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