Adis a Beckenbauer, la suprema elegancia | elmundo.es

Campen del mundo como jugador y seleccionador, gan tres Copas de Europa consecutivas con el Bayern Mnich y fue dos veces Baln de Oro. Falleci este lunes a los 78 aos, tras padecer varias enfermedades graves.

Est aceptado en el mundo del ftbol que el quinteto formado, por orden cronolgico, por Di Stfano, Pel, Cruyff, Maradona y Messi constituye el repquer de mximas estrellas histricas. Muchos expertos, periodistas y analistas han incluido a Franz Beckenbauer en ese Olimpo, elevado entonces a la sexta potencia. Nadie, en el fondo, estara interesado en discutirlo, y mucho menos dispuesto a negarlo.

Escalafn arriba o escalafn abajo, qu ms da!, Beckenbauer figura entre los seis, entre los 10, entre los 12 mejores futbolistas de todos los tiempos. Y quizs en el primer lugar en elegancia, una virtud suplementaria, que une la esttica a la eficacia. Si hubiera que definir con una sola palabra su estilo, su desenvolvimiento en la cancha, sera esa: elegancia. La elegancia hecha clase. La clase hecha elegancia, no exenta de una contundencia sin violencia alguna, fruto de una tcnica exquisita.

Esbelto, bien parecido, dotado de una innata, hipntica distincin en su figura y movimientos, era un placer para la vista verlo jugar, desplazarse, avanzando con una extraa e indefinible mezcla de rapidez y lentitud. Pareca rpido porque progresaba, recordando la velocidad, con el baln sorteando contrarios que, impotentes, no podan arrebatrselo. Pareca lento porque sus gestos se producan sin brusquedad alguna, imitando la pereza. Era ambas cosas, rpido y lento. Rpido o lento cuando convena. Lento o rpido cuando le urga. Dominaba los tiempos mientras gobernaba los espacios. Mostraba una delicada, casi displicente, forma de regatear y pasar, y un disparo potente.

Nacido en Mnich el 11 de septiembre de 1945 en el seno de una familia de clase media (su padre era director de una oficina de correos), en una Alemania recin derrotada y ya deshecha desde la segunda mitad de la guerra, representa la primera generacin de alemanes inocentes. El ftbol fue una de las herramientas, de los caminos de reconstruccin del pas. l contribuy a reconstruir el Bayern. Cuando, en junio de 1964, debut en sus filas, el equipo vegetaba en la Segunda Divisin.

La columna vertebral

Pero all estaban ya, conjuntados, tres elementos humanos que, en sus puestos, en cualquier equipo, constituyen la columna vertebral del conjunto: un portero (Sepp Maier), un defensa central-centrocampista (Beckenbauer) y un delantero centro (Gerd Mller). Naturalmente, con ese terceto fundamental, casi fundacional en su trascendencia, el Bayern ascendi de categora y empez a reinar en el ftbol alemn y, en buena medida, en el europeo, poniendo de paso las bases de la mejor Mannschaft de la historia, en pugna contempornea con la Holanda de Cruyff.

Maier y Mller eran dos futbolistas clsicos en sus posiciones. Pero Beckenbauer revolucion el puesto de lbero. Casi lo cre. Alemania ya haba descubierto al elegante prodigio, pero el resto del planeta lo hizo en el Mundial de Inglaterra, en 1966. El joven Beckenbauer (21 aos) caus sensacin jugando en el centro del campo. Alemania perdi la final (4-2) ante los anfitriones, con aquel gol fantasma de Hurst. Pero, de algn modo, y siempre basada en el tambin dominador Bayern, comenz a imponer un estilo y una calidad que condujeron a la consagracin del ftbol alemn en la dcada de los 70.

Entre 1970 y 1976, el Bayern, tambin vencedor de la Recopa en 1967, gan tres Copas de Europa consecutivas (1974-75-76) y una Intercontinental (1976). Tambin, entre 1969 y 1974, cuatro Bundesligas. La seleccin fue semifinalista en Mxico70, campeona de Europa en 1972, del mundo en 1974 y subcampeona europea en 1976. En Mxico, en el memorable partido ante Italia que (4-3) llev a la azzurra a la final, es inolvidable la figura de El Kaiser, lesionado en el hombro, desempendose con un brazo en cabestrillo. Ni siquiera as perdi la elegancia. Incluso la increment a causa de las dificultades para mantenerla en tales circunstancias.

Todas las facetas

Baln de Oro en 1976 y 1977, Beckenbauer, 103 veces internacional en tiempos en los que jugaban muchos menos partidos de ese tenor que ahora, se fue al Cosmos neoyorquino en 1977. Volvi a Alemania, al Hamburgo, en 1980. Y, de nuevo al Cosmos en 1983. Como entrenador fue campen del mundo en 1990. Su impacto en el Bayern, al que tambin entren, fue absoluto y abarca todas las facetas. Lo presidi durante 15 aos. Y como presidente honorario ha fallecido.

Resulta especialmente doloroso comprobar cmo la vida, en forma de enfermedades, se ceb prematuramente en alguien tan dotado para, en principio, esquivar sus trampas fsicas. Pero haba sufrido varias operaciones de corazn, un implante de cadera, un infarto ocular que le haba cegado el ojo derecho y padeca Parkinson. Los hroes tambin son frgiles. Parecen irrompibles, indestructibles. Pero slo en la mejor memoria de sus mejores aos.