Mundial 2022 Qatar: Ben Barek, el delantero que jug con Francia y Marruecos y aterriz en Madrid al grito de «hay que fichar al negro!» | elmundo.es

Helenio Herrera le descubri en un partido en un campo de prisioneros de Casablanca cuando asista a un curso de entrenadores y se lo llev al Stade Franais

El partido Francia-Marruecos trae a la memoria la figura de un jugador que, a tenor de las viejas crnicas, hubiera sido, en los actuales tiempos de informacin y difusin abrumadoras, una estrella de repercusin mundial: Larbi Ben Barek. Marroqu y francs. Y figura legendaria en el Atltico de Madrid de finales de los 40 y primera mitad de los 50, en aquella delantera de cristal, por delicada, por transparente en su juego, formada por Juncosa, Prez Pay, l mismo, Carlsson y Escudero.

Su mito proviene en parte de la nebulosa cronolgica de sus orgenes. Naci en Casablanca. Pero no se sabe a ciencia cierta cundo: en 1914, 1915, 1916 o 1917. Pas de jugar descalzo en la calle al Casablanca, en Segunda Divisin; y, enseguida, en Primera, al US Marocain, en el que estuvo tres temporadas y con el que gan una Liga.

Marruecos era entonces un Protectorado francs y fue lo ms natural del mundo que Ben Barek jugase en la metrpoli. Recal en el Olympique de Marsella. El estallido de la Segunda Guerra Mundial lo devolvi a Marruecos, a su anterior club, el Marocain, a cobrar 100 francos por partido que apenas bastaban para evitar la acelerada mengua de los escasos ahorros.

Aparece entonces en su ajetreada vida el entrenador del Stade Franais, en la Segunda Divisin gala, un joven tcnico recin nombrado, simultaneando ambos cargos, seleccionador de Francia. Es un tal… Helenio Herrera, que viaja a Casablanca en 1945 invitado a un curso de entrenadores.

Asiste a un partido entre marroques y prisioneros italianos y se prenda de Ben Barek. Trata de convencerlo para que vuelva a Francia, a, naturalmente el equipo que l dirige. Pero a Ben Barek no le hace gracia jugar en Segunda. Finalmente, Herrera le persuade y, con Larbi en sus filas, el Stade retorna a Primera y llega a las semifinales de la Copa. Cuando el Stade juega el 6 de mayo de 1948 un amistoso en el Metropolitano, alguien en el palco, quizs el propio presidente Cesreo Galndez, exclama: «Hay que fichar al negro!».

Y «el negro», que tena 34 aos si haba nacido en 1914, y 31 si lo haba hecho en 1917, se qued en el Metropolitano durante seis temporadas. Gan dos Ligas, jug 114 partidos y marc 58 goles. Era tcnicamente exquisito, manejaba ambas piernas y tiraba seco y duro. La gente llenaba los campos para velo. Luego, a la edad que fuese, en el 54, volvi a Francia, a Marsella. Y desde el 55 hasta el 57, termin dando tumbos en tres clubes marroques.

Era un dolo nacional. En 1958 se le nombr seleccionador marroqu, el primero tras la independencia del pas. No tuvo xito. Fue internacional con Marruecos. Pero, al ser ste un Protectorado, slo jug partidos amistosos. Con Francia s jug partidos oficiales. Pocos, 17, porque entonces no haba tanto trasiego de Selecciones. Incluso as, mantiene el rcord francs de haber sido internacional durante ms tiempo: 15 aos y 10 meses. Desde 1938 hasta 1954.

En el ftbol podra haberle ido mejor de no haber, claro, existido la guerra. En la vida le fue mal. Naci pobre y muri ms pobre an. Ya no le quedaba nadie, ni sus dos esposas, ni sus hijos, que se fueron antes que l. Tampoco amigos. Muri solo en su casa. Cuando encontraron su cadver, en septiembre de 1992, llevaba muerto varios das.

Tuvo un homenaje popular en el entierro y algn tiempo despus las autoridades rebautizaron el remozado estadio de Casablanca con su nombre. La FIFA le otorg a ttulo pstumo, en 1998, su mxima distincin: la Orden del Mrito.