El SpainSat NG I, el satélite más innovador de Europa y uno de los diez más avanzados del mundo que proporcionará comunicaciones más seguras a las Fuerzas Armadas de España y de los países aliados, afronta las últimas pruebas en Toulouse (Francia) antes de su puesta en órbita a principios de 2025.
Este satélite de nueva generación se lanzará a finales de enero o principios de febrero, mientras que su gemelo, el SpainSat NG II, que también se encuentra en la ciudad gala para finalizar su construcción y ensamblaje, se pondrá en el espacio en el mes de septiembre del próximo año.
Ambos sistemas, propiedad del operador de satélites gubernamental Hisdesat, sustituirán a los que están en órbita Spainsat y Xtar-Eur y darán un valor añadido a las comunicaciones militares.
Las medidas de estas nuevas plataformas, son 6,7 metros de altura y 2,7 metros de ancho, y su peso es de 6.100 kilos. Se lanzarán a la órbita geoestacionaria, a unos 36.000 kilómetros de distancia de la Tierra, siendo su vida útil de unos 15 años y operarán en las bandas X, Ka y UHF.
La secretaria de Estado de Defensa española, Amparo Valcarce, ha visitado las instalaciones de Airbus en Toulouse para supervisar los avances de ambos satélites, en los que el Ministerio ha invertido alrededor de 1.300 millones de euros.
Valcarce ha explicado que tienen como misión proporcionar comunicaciones más seguras para las Fuerzas Armadas de España, pero también para nuestros socios de la Unión Europea y nuestros aliados de la OTAN, así como también servirán en el ámbito civil porque se trata de una tecnología dual.
«Los ciudadanos van a ver mejoradas sus comunicaciones, su seguridad y garantizada su defensa», según la ‘número dos’ de Defensa, que ha incidido en que este es uno de los proyectos de satélites más ambiciosos por el nivel de inversión, por lo que supone de I+D+I y de apoyo a la industria española y, además, «porque tiene un importante respaldo de la Unión Europea».
Un consorcio liderado por España (con más del 40%) con divisiones españolas y francesas de las empresas Airbus y Thales está llevando a cabo el desarrollo y fabricación de los Spainsat NG I y II.
El SpainSat I ha ya finalizado su etapa de montaje e integración en las instalaciones francesas. Durante 18 meses se han incorporado y validado los elementos críticos del sistema y ha sido sometido a exhaustivas pruebas.
Así, ya ha superado con éxito los test mecánicos, que consisten en vibrar el satélite simulando los movimientos a los que estará expuesto cuando viaje al espacio a bordo del lanzador, un Falcon 9 de SpaceX, la empresa de Elon Musk.
Además, también se ha sometido a diversas pruebas ambientales, incluida la de vacío térmico que simula el ambiente espacial y, por último, se han acoplado las antenas activas de recepción de banda, desarrolladas por Airbus Defense&Space España.
Basilio Garrido, jefe de programas y director de operaciones de Hisdesat, ha explicado que estas antenas pueden definir con mucha precisión el área de cobertura, de tal forma que «podemos casi dibujarla con un lápiz«. Además, con ellas se pueden geolocalizar de forma muy precisa cada una de las señales de tierra.
Los satélites están preparados para hacer frente a las nuevas amenazas a las comunicaciones e incorporan sistemas para localizar y anular interferencias, y resistencia al pulso electromagnético de una bomba nuclear, entre otras funciones, ha detallado.
Es la primera vez que se van a integrar en España satélites de esta dimensión, cuya cobertura de comunicación alcanzará las dos terceras partes de la Tierra, desde Denver (Estados Unidos) hasta Singapur, en el continente asiático.
Permitirán a España participar en programas internacionales punteros dentro del denominado dominio del espacio. Además del Gobierno español, prestarán servicio a países amigos y a organismos internacionales como la OTAN y la Unión Europea.
Sistema de satélites Iris2
Permitir conexiones en lugares remotos, facilitar conexiones del internet de las cosas (IoT) y, en especial, desarrollar comunicaciones más seguras en un momento crítico para la Unión Europea; estas son algunas de las aplicaciones que tendrá el proyecto Iris2, una constelación de 290 satélites multiórbita, que está más cerca de ver la luz.
Tras la adjudicación hace unas semanas al consorcio SpaceRise, en el que participa Hispasat, ahora ultiman la firma del contrato, prevista para diciembre, de este proyecto de colaboración público-privada que cuenta con un presupuesto aprobado hace dos años de 2.400 millones de euros.
«El espacio es hoy una dimensión clave del escenario geopolítico. Como hemos visto en los conflictos que vivimos recientemente en el ámbito internacional, es fundamental que los países cuenten con una autonomía estratégica que garantice las comunicaciones seguras y críticas de un país», explica a EFE Miguel Ángel Panduro, consejero delegado de Hispasat.
En concreto, se refiere a ejemplos como el control de fronteras, la gestión de crisis humanitarias o la conexión de infraestructuras clave.
«Iris2 va a permitir a Europa estar a la vanguardia de la tecnología espacial porque quiere impulsar la innovación y el crecimiento dentro de la industria espacial europea, mientras establece estándares globales en comunicaciones por satélite», añade Panduro.
El contrato de concesión por 12 años se basa en una asociación público-privada para adquirir este sistema de satélites en varias órbitas, que proveerá servicios gubernamentales, pero también comerciales.
Así, el consorcio está integrado, además de por Hispasat, por otros dos operadores de redes de satélites europeos, SES y Eutelsat; junto con un equipo central de subcontratistas europeos para desarrollar todo el ecosistema de comunicaciones formado por Thales Alenia Space, OHB, Airbus Defence and Space, Telespazio, Deutsche Telekom, Orange, Hisdesat y Thales SIX.
Irrupción de Elon Musk
Además de llegar en un momento geoestratégico crítico, el proyecto Iris2 (Infraestructura para la Resiliencia, la Interconectividad y la Seguridad Satelital) se está desarrollando en un periodo clave para el sector donde la entrada de Elon Musk en la industria aeroespacial, con su empresa SpaceX y su área de conexión por satélite Starlink, ha supuesto una revolución para el negocio.
En EEUU, también el gigante Amazon ha lanzado una iniciativa para proveer internet por satélite a nivel comercial, el proyecto Kuiper, que prevé desplegar miles de satélites de órbita terrestre baja.
«La irrupción de actores como Elon Musk ha tenido un gran impacto global, no solo en EEUU, en un sector tradicionalmente dividido entre fabricantes, lanzadores, operadores y prestadores de servicio. La propuesta de Musk aglutina todos esos elementos en una sola compañía, mediante una integración vertical de todo el negocio, y lo hace, además, gracias a un enorme músculo inversor», apunta Panduro.
La industria espacial en España facturó 1.200 millones de euros en 2023, lo que todavía representa una cifra relativamente pequeña si se compara con otras áreas como la aeronáutica (9.927 millones de euros) o la defensa y seguridad (8.042 millones), según las cifras del último informe de la Asociación de Defensa, Seguridad Aeronáutica y Espacio (Tedae).
Aunque las perspectivas parecen ir al alza, como muestra la facturación del sector creció un 12,3% en el último ejercicio respecto al año anterior.
Jorge Potti, vicepresidente de Tedae, explica a EFE que el sector espacial es una industria muy joven y que se esperan tasas de crecimiento elevadas para los próximos años, de doble dígito en los próximos 30 o 40 años.
«Se está produciendo una democratización del espacio», señala Potti al explicar que la entrada de Musk en la industria ha supuesto un «abaratamiento» en el lanzamiento de los satélites, algo que hasta el momento había sido una barrera de entrada.
Comunicaciones seguras y conexiones remotas
Esta constelación de satélites tendrá una aplicación práctica tanto para ciudadanos, como para empresas o procesos industriales
«Supone, por un lado, garantizar que su país va a contar con una red de comunicaciones resiliente y segura que dependerá de Europa y con la que sus gobiernos podrán atender, como decía, sus necesidades de una manera rápida y eficiente, sin depender de terceros», explica Panduro.
El directivo añade que también permitirá conectar a los aún no conectados, incluso en las zonas más remotas, algo que es especialmente relevante para lugares donde el despliegue de otro tipo de redes es muy complicado, y que permitirá que el sector espacial europeo incremente su posición competitiva a nivel mundial.
En los últimos tiempos, los satélites de órbita baja, que estarán presentes en el proyecto Iris2 y son los que utilizan Musk y Amazon, han captado la atención de la industria porque suponen algunas ventajas frente a otras tecnologías como puede ser una menor latencia, el tiempo en el que tarda en llegar una respuesta.
Inmaculada Sánchez, presidenta de la Asociación Española de Ingenieros de Telecomunicación de Madrid, explica que por sus características pueden ser útiles para aplicaciones IoT como, por ejemplo, las ciudades inteligentes donde la gestión de tráfico sería en «tiempo real».
Sánchez señala que, además, donde hay una gran ventaja en el uso de este tipo de satélites en conseguir llegar a aquellas zonas más remotas, como puede ser una plataforma petrolífera en medio del océano, o en lugares donde no se ha desplegado otro tipo de redes como la fibra y pone de relevancia el papel de los ingenieros de telecomunicaciones en estos desarrollos.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.eleconomista.es
Publicado el: 2024-11-24 05:02:00
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