Las bolsas norteamericanas han concluido la sesión con caídas de casi el 2% ante el recrudecimiento de las hostilidades entre Israel e Irán. La pasada madrugada, el estado judío atacó instalaciones militares y nucleares persas, asesinando a miembros clave de la cúpula militar y del programa nuclear de Teherán. Esta tarde, tras el envío de cien drones, Irán ha desplegado la Operación Venganza III, lanzando proyectiles sobre distintos puntos del territorio israelí, algunos de los cuales han alcanzado Tel Aviv. El bombardeo sobre la capital de Israel ha acelerado los descensos en los parqués, impulsando las alzas del petróleo y ha llevado al oro a registrar máximos históricos. En este contexto, Wall Street ha borrado las ganancias acumuladas durante una semana en la que EEUU y China habían alcanzado un acuerdo comercial, según afirmó Donald Trump.
El Dow Jones ha caído un 1,79% hasta las 42.197 unidades, registrando una mengua del 1,32% desde el lunes. El selectivo industrial se ha visto lastrado por Sherwin-Williams (-5,63%), Visa (-4,98%) y Nike (-3,61%). Por el contrario, solo dos firmas han cotizado al alza: Chevron (-0,65%), que ha subido al calor del encarecimiento del crudo y Johnson & Johnson (-0,28%).
Paralelamente, el S&P 500 ha caído un 1,13% hasta los 5.976 enteros, firmando un descenso semanal del 0,39%. El indicador ha sido presionado a la baja por Corpay (-7,82%), Caesars Entertainment (-6,41%) y Monolithic Power Systems (-6,34%). En el lado de las alzas, no obstante, han destacado Oracle (+7,75%), compañía que ha avanzado después de que Goldman Sachs haya aumentado su precio objetivo tras la inversión de Meta en Scale AI. Le sigue CF Industries (+6,47%) y Bunge Global (+5,65%), firma que ha subido después de que la administración estadounidense anunciara cambios en la regulación de los biocombustibles.
Además, el Nasdaq 100 ha caído un 1,29% hasta los 21.613 puntos, obteniendo una caída del 0,60% en la semana. El selectivo tecnológico ha sido lastrado por PayPal (-5,32%), compañía que se ha visto afectada especialmente por la preocupación por una guerra entre Israel e Irán, Adobe (-5,32%), empresa que, si bien ha presentado unos resultados vigorosos, ha caído ante la decepción de los inversores ligada a la IA, y AppLovin (-4,23%). Por el contrario, Diamondback Energy (+3,74%), compañía que ha liderado las subidas al calor del encarecimiento del petróleo, Tesla (+1,94%), y Palantir (+1,63%), compañía que ha avanzado ante la preocupación por el conflicto entre Israel e Irán, ya que cuenta con una importante división de software especializado en defensa y seguridad.
Todo ello en una sesión en la que el barril de Texas ha subido un 8,16% hasta los 73,59 dólares, alcanzando máximos del 27 de enero, y registrando un incremento semanal del 13,62%. Más allá de la subida que venía registrando desde primera hora, el precio del petróleo se ha mantenido tranquilo con el ataque de Irán, sin experimentar grandes movimientos. El barril ‘Brent’ europeo subía más del 7% en el momento del ataque, y ha cerrado subiendo un 7,73%, hasta los 74,64 dólares. Parece que los mercados ya estaban descontando la posibilidad de un contraataque iraní antes de que se produjese.
El oro también se ha visto impulsado por esta deflagración: el valor refugio por antonomasia ha subido un 1,41% hasta los 3.450 dólares, cerrando en máximos históricos tras avanzar un 3,60% en la semana. El metal precioso ha subido, en lo que llevamos de año, un 30%.
Adicionalmente, el rendimiento del bono a diez años ha subido cuatro puntos básicos hasta el 4,41%, ante el riesgo de que el encarecimiento del petróleo aumente la inflación, obteniendo una caída semanal de diez puntos básicos. Además, la rentabilidad del bono a treinta años ha cerrado la sesión en el 4,90%, nueve puntos básicos por encima de la jornada anterior.
Irán responde a los ataques de Israel
Docenas de cazas israelíes bombardearon de madrugada objetivos militares en Irán en el marco de un ataque preventivo contra su programa nuclear, según han confirmado las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). Al menos nueve personas han muerto y más de un centenar han resultado heridas en la primera ofensiva, que ha causado la muerte del jefe de la Guardia Revolucionaria, Hossein Salami, y del máximo responsable de las Fuerzas Armadas iraníes, Mohammad Bagheri. En respuesta, Irán ha lanzado hasta un centenar de drones contra territorio israelí, en una escalada sin precedentes entre ambos países.
El Ejército israelí ha reconocido desde el primer momento que ha atacado Teherán así como «diferentes áreas» del país centroasiático, con un comunicado difundido en su cuenta de la red social X en el que ha justificado estas acciones porque «hoy, Irán está más cerca que nunca de obtener un arma nuclear», lo que «representa una amenaza existencial para Israel y el mundo en general».
«El Estado de Israel no tiene otra opción que cumplir con la obligación de actuar en defensa de sus ciudadanos y continuará haciéndolo en todos los lugares donde se le requiera, como lo hemos hecho en el pasado», ha agregado, al tiempo que ha ordenado a su población suspender toda actividad no esencial.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha afirmado en un discurso en vídeo difundido en X que la operación militar «se produce en un momento decisivo de la historia y continuará durante tantos días como sea necesario para eliminar la amenaza» iraní y ha asegurado que «nunca más» (un lema con el que los judíos denuncian el Holocausto) «es ahora».
Por otro lado, el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, ha asegurado durante un discurso a la nación que Israel «no saldrá ileso» de sus ataques contra territorio iraní, unos bombardeos que han afectado a instalaciones nucleares e infraestructuras militares críticas.
«El régimen sionista no saldrá ileso de este crimen. El pueblo iraní puede tener la seguridad de que no habrá tregua en este aspecto», ha indicado este viernes, agregando que las Fuerzas Armadas iraníes «actuarán con determinación y harán miserable» a Israel.
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