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El consejo de Indra desconocía la intención de comprar la mayor planta de Duro Felguera

El consejo de Indra desconocía la intención de comprar la mayor planta de Duro Felguera

El consejo de Indra desconocía hasta el pasado jueves las intenciones del Grupo Indra de adquirir una «factoría grande» de Duro Felguera en Gijón, operación que implica el rescate a la empresa en concurso de acreedores. Según ha podido saber elEconomista.es de fuentes relacionadas con la empresa, el malestar se hizo sentir en las últimas horas entre los miembros del consejo de la multinacional de la tecnológica. Además, parte de los vocales dominicales e independientes del grupo se han sentido ninguneados al no estar al tanto de la creación de una nueva filial de vehículos blindados en el grupo, denominada ‘Indra Land Vehicles’.

Los anuncios realizados por Ángel Escribano, presidente de Indra, se evidenciaron el pasado jueves ante la Comisión Mixta de Seguridad Nacional, realizada el pasado jueves en el Congreso de los Diputados. En dicho marco, el primer ejecutivo de la tecnológica desveló unos proyectos de gran relevancia estratégica, entre ellos la irrupción de la compañía en la fabricación de productos militares.

Ante el objetivo de diversificar la actividad de Indra en el negocio de plataformista, la primera opción de Escribano consiste en comprar GDELS-Santa Bárbara Sistemas (SBS), con su planta de Trubia, a 12 kilometros de Ovideo. Sin embargo, esta ofensiva se presume muy complicada debido al rechazo inicial de los dueños de la empresa, General Dynamics. Ante el enfrentamiento entre ambas compañías, Ángel Escribano dispone de un Plan B para convertirse en fabricante de manufacturas militares. Y es ahí donde entra en juego la compra del taller de calderería pesada de Duro Felguera, conocido como ‘El Tallerón’, la mayor planta de la compañía asturiana, pero también su principal generador de pérdidas.

«Todos estos movimientos estratégicos se están cocinando en la Sepi a espaldas del consejo», lamentan a este periódico fuentes conocedoras de la situación. Y también es conocido que la Sepi participa en Indra (con el 28%l) y que, al mismo tiempo, el brazo empresarial del Gobierno mantiene fuertes intereses en Duro Felguera, debido a la concesión de una ayuda pública de 120 millones, canalizada a través del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas.

En su calidad de gestor de la multinacional española de referencia en la industria aeroespacial, Escribano explicó a los diputados que la futura sociedad de fabricación de blindados prevé tener presencia en Asturias, una zona de España fuertemente industrializada, objetivo por el que Indra se encuentra en «negociaciones para concentrar en la región su capacidad de fabricación de vehículos terrestres».

Planta con 120 trabajadores

Desde ciertas esferas de Indra se perciben riesgos empresariales preocupantes para la tecnológica en el supuesto de que se materialice la compra de las instalaciones de Duro Felguera. En concreto, inquieta el peso de una plantilla de 120 empleados, fuertemente sindicalizados, en el caso de que no exista carga de trabajo suficiente a medio y largo plazo, sin contratos relevantes. En el punto de mira de posibles acuerdos se encuentran potenciales pedidos procedentes de Emiratos Árabes para la fabricación de blindados 6×6, cuya producción podría recalar en suelo español.

Lo que no proporcionará carga de trabajo en el Tallerón será la fabricación de los blindados VCR 8×8, encargados al grupo industrial Tess Defense, contratista principal de los programas de diseño y producción de vehículos militares terrestres de última generación. Este consorcio está controlado por Indra (51,01%) desde el pasado otoño, y cuenta en su accionariado con Escribano Mechanical & Engineering (EM&E), Santa Bárbara Sistemas y SAPA Operaciones, estas tres últimas sociedades con idéntico capital en la sociedad, del el 16,33%.

Ruptura de contrato en Tess

Otras fuentes del sector apuntan a este periódico que la fabricación de los VCR 8×8 en el Tallerón podría provocar la ruptura del contrato firmado por Tess Defensa, debido a potenciales incumplimientos de las condiciones. En dicho documento se establece que el montaje del blindado corre de cuenta de Santa Bárbara, para su construcción en la planta de Truria. Tensión geoestratégicaOtros observadores de la compañía perciben efectos colaterales muy delicados debido a la tensión entre la española Indra y la estadounidense General Dynamics. En ese sentido, el pulso por la compra de Santa Bárbara Sistemas podría generar riesgos geoestratégicos en un momento especialmente inoportuno como el actual, con Estados Unidos muy sensible a cualquier gesto que incomode a sus empresas.

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Fuente de TenemosNoticias.com: www.eleconomista.es

Publicado el: 2025-03-14 14:59:00
En la sección: elEconomista tecnologia

Publicado en Economía y Finanzas

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