Hasta hace un mes la historia parecía estar escrita. Tras una enorme revalorización del dólar frente al euro, llegaba el momento de debilidad de la divisa norteamericana y en el viejo continente sonaban tambores de remontada. Sin embargo, lejos de suceder esto, desde sus máximos de octubre la moneda europea se hunde ya un 5% frente a su par y este martes ha entrado en mínimos del año. Una carrera bajista que se ha dado en tiempo récord y que ha llevado a que un euro se cambie ya por 1,0612 dólares.
Si bien Trump ganó la semana pasada las elecciones, el shock inicial en el mercado de divisas no se ha dispersado y ya van seis sesiones consecutivas de claras caídas. De las últimas nueve sesiones solo una ha cotizado en positivo y lo ha hecho con un avance residual del 0,1%. Las nuevas caídas han disparado la tensión que parecía contenida y, ahora, los analistas hablan abiertamente de la posibilidad de un retorno a la paridad. Aunque otros se resisten a esta teoría la verdad es que el mercado de divisas entra en una nueva era donde, incluso para los más escépticos ese ‘sorpasso’ ya entra en escena como algo posible.
Esta sensación de que la paridad es posible ya empieza a crecer en las grandes previsiones del consenso de los analistas. Al menos 10 grandes bancos como Barclays, Deutsche o Nomura que figuran en este grupo han reducido sus previsiones para la moneda europea. Uno de los más llamativos es el de Pictet Wealth, que anticipa una caída del 6%. Mizuho, por su parte, cree que en 2025 ambas monedas prácticamente rozarán este hito, con 1,01 dólares por euro. Sin embargo el consenso general ,donde varios valores aún no se han actualizado desde las elecciones apuntan a un 1,09 dólares, ya menos que los 1,13 en los que estaban antes de los comicios.
Uno de los primeros en dar cuenta de este escenario ha sido el equipo de analistas de ING, liderados por Chris Turner, que en su último informe explican que alteran por completo sus perspectivas para los próximos meses. «Suponemos que Trump seguirá adelante con los impuestos y el proteccionismo, algo que se traduce en un rango de 1 y 1,05 dólares por euro». Es decir, según su estimación base, la paridad podría darse este 2025.
Firmas como Goldman Sachs van más allá y afirman que, en caso de procederse con los aranceles prometidos el euro caerá «por debajo» del dólar. JP Morgan ha publicado por su parte un informe este martes alegando que «el euro-dólar podría negociarse por debajo de los 1,05 dólares y dirigirse hacia la paridad suponiendo que se confirme la mayoría absoluta de los republicanos en el senado».
«La victoria arrasadora de los republicanos y la perspectiva de un nuevo estímulo fiscal han vuelto a fijar el tipo de interés de la Fed al alza«, defienden desde ING. El mercado de swaps sobre los tipos de interés ahora hablan de apenas 50 puntos básicos de aquí a junio, mientras que hace solo un mes la duda era de si se recortaría 100 puntos o 125 en total. Aunque este mes de diciembre la probabilidad de una bajada de 25 puntos básicos parece total, a partir de entonces los mercados creen que la calma se apoderará del banco central a la espera de conocer el efecto que el ‘huracán Trump’ pueda tener en la inflación.
Al mismo tiempo que los tipos de EEUU quedarían reforzados por una inflación más enconada por los aranceles y otras medidas, el golpe de estos contra Europa «hacen más probable un recorte de 50 puntos del BCE para diciembre de este año y vemos la tasa terminal en 1,75% para finales de 2025″. En resumen, mientras la Fed no recorta, el BCE tendrá que hacerlo a una mayor velocidad si quiere mantener en pie las economías de la región, en particular la de Alemania, muy expuesta a las ventas de EEUU por parte de su industria y con esta ya en recesión.
Claudio Wewel, estratega de divisas en J. Safra Sarasin Sustainable AM comenta en declaraciones a elEconomista.es que, pase lo que pase, «la agenda política prevista por Trump debería estimular el crecimiento estadounidense a corto plazo, lo que implica que el margen para nuevos recortes de tipos será limitado en Estados Unidos. Esto debería respaldar al dólar». Por lo tanto, aunque esperan que el contexto mejore ligeramente para el euro «creemos que es muy poco probable que disminuya la fortaleza del dólar a partir de ahora».
ING cree que el momento crítico en el que puede darse la paridad es a finales de 2025. Desde el último trimestre hasta el primero de 2026 se dará un «momento de presión máxima para Europa». El motivo para elegir estas fechas es porque, basándose en lo que ocurrió en 2018 (con los aranceles de EEUU sobre Europa), Trump, «debería tardar aproximadamente un año en presentar investigaciones comerciales ante la OMC o realizar investigaciones internas en el Representante Comercial de Estados Unidos».
«La situación ahora es muy diferente que en 2017 (cuando el dólar cayó frente al euro), ahora las perspectivas para la economía de la zona euro son sombrías»
Además desde Capital Economics señalan que la fragilidad económica de Europa conspira contra su moneda, añadiendo más presión y ven que el euro podría tocar la paridad a finales de 2025. «La situación ahora es muy diferente que en 2017 (cuando el dólar cayó frente al euro)», ahora «las perspectivas para la economía de la zona euro son sombrías y una guerra comercial más grande podría estar a la vuelta de la esquina».
Los últimos datos que se han ido conociendo han dejado a las claras que la economía de Europa no repuntará tal y como se esperaba. Deutsche Bank ha publicado en su informe la semana pasada que esperan solo un crecimiento del 0,7% en 2024 y del 1% en 2025, por debajo de sus expectativas. Desde Vanguard y S&P 500 apuntan a un 0,8%. Desde el mismo FMI se redujo una décima el crecimiento para Europa hasta el 0,8% y tres décimas para 2025 hasta el 1,2%.
El principal motivo de esta ralentización mientras EEUU crece a un ritmo del 2,8% viene de la mano de la industria (en particular en Alemania y, en menor medida en Francia) estancada. En el caso de la ‘locomotora de Europa’, una menor demanda, mayores costes y competencia están lastrando su actividad. Esto ha llevado a que desde el Bundesbank proyecten una caída de su PIB del 0,2% para 2024 tras otra contracción del 0,3% en 2023. Sin embargo, la situación del sector secundario está en duda en toda Europa con el índice PMI manufacturero en los 46 puntos (50 marca el umbral de crecimiento).
Además, esta situación se da en un contexto muy complicado, dado que la región puede sufrir especialmente el ascenso de Trump. El motivo, según XTB es el «marcado carácter exportador de muchas de sus economías». Destaca el caso de Alemania, para la que EEUU representa el 10% de todas sus ventas al exterior. Desde la firma recuerdan el caso de la guerra comercial con China donde los aranceles de EEUU (del 25% a todos sus productos) «provocaron una caída del 10%».
Según sus previsiones, los aranceles del 10% que propone EEUU pueden restar entre el 0,5% y el 1,5% del PIB del continente, las de Goldman Sachs apuntan a un golpe base del 0,5%. Dada esta situación, desde la firma estiman que llegará a los 1,05 dólares por euro como soporte. En caso de que el mandatario cumpla sus promesas arancelarias, fiscales y migración, «creemos que la paridad podría alcanzarse en 2025».
La paridad no será tan fácil
Desde Commerzbank son menos pesimistas y creen que el euro tocará un suelo de los 1,05 dólares. «Es posible que el dólar siga apreciándose en las próximas semanas y meses, una vez que se hayan incorporado plenamente las consecuencias de la victoria electoral de Trump. Sin embargo, el potencial es limitado». Desde el banco alemán explican que si bien los aranceles y las bajadas de impuestos favorecerán al dólar, «buena parte de las subidas actuales se están debiendo a las perspectivas de lo que hará Trump». En resumen, los mercados ya están descontando con los movimientos actuales las medidas de Trump.
En ese sentido, creen que a medio plazo será insostenible para el dólar mantener el ritmo por una serie de motivos. En primer lugar, aunque las «Trumpnomics» serán positivas para el dólar sí se cumplen, se tienen que cumplir muchos requisitos para que esto pase. En primer lugar, que se cumpla todo lo prometido, «es muy probable que no se cumpla todo».
«Hay realmente pocos indicios para esperar una fortaleza extrema del dólar y, aunque podrían verse episodios concretos con el euro por debajo incluso de la paridad»
Desde Safra Sarasin coinciden en que hay un cierto alivio para el euro. «Creemos que es muy poco probable que la administración Trump imponga aranceles (a Europa) desde el principio y que esta amenaza será más bien una moneda de cambio en unas negociaciones». En ese sentido señalan que Europa, a diferencia de otras regiones «debería estar menos preocupada que otras regiones pues puede tomar represalias creíbles con estos gravámenes». Algo que da más margen al euro de lo que algunos están mostrando.
Además, la Fed tiene que ir en consonancia con Trump y conseguir evitar la inflación, de no lograrlo no teniendo unos tipos suficientemente restrictivos, «esta inflación provocará que el dólar se acabe depreciando«. Resumiendo, el banco alemán sentencia que «hay realmente pocos indicios para esperar una fortaleza extrema del dólar y, aunque podrían verse episodios concretos con el euro por debajo incluso de la paridad, la perspectiva es que esos niveles no son sostenibles».
Por su parte, analistas como los de Julius Baer hablan incluso de un repunte hacia los 1,08 dólares por euro. Esto se debe principalmente a que «a largo plazo el aumento de los déficits que se ciernen será clave» para el devenir del cruce entre las monedas. En cualquier caso, ahora esperan un periodo de calma tras las recientes subidas, dado que «la incertidumbre electoral ya está fuera del sentimiento del mercado y ahora todo dependerá de los datos y la Fed hasta que Trump tome el mando con su investidura el 20 de enero».
Fuente de TenemosNoticias.com: www.eleconomista.es
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En la sección: elEconomista Mercados