El número que nunca debes incluir en tus contraseñas porque le estás facilitando el trabajo a los ciberdelincuentes

Las estafas están al orden del día, y nuestra responsabilidad como usuarios es la de ponerles a los atacantes el trabajo lo más difícil posible, protegiendo nuestra información, cuentas y perfiles de todas las maneras posibles, empezando por ser precavidos y conscientes de todas las amenazas online que existen.

Y uno de los aspectos más importantes a los que debemos prestar especial atención, tiempo y dedicación es en las contraseñas. Esto se debe a que las claves de acceso son las llaves que abren las puertas a todos nuestros perfiles en plataformas y cuentas de todo tipo, que dan acceso a tanto nuestra información personal como la bancaria.

Si bien es cierto que cada vez hay medidas más seguras para proteger nuestras cuentas, como la identificación biométrica (reconocimiento facial o lector de huellas) como capas de seguridad extra, por ejemplo, la autentificación en dos factores, las contraseñas siguen siendo vitales para el acceso, y aun así muchas veces somos muy descuidados con ellas.

Según los datos de Verizon, alrededor del 86% de los ciberataques que se producen en el mundo a aplicaciones web utilizan credenciales robadas. Esto demuestra que el método más efectivo y popular se basa en el robo de contraseñas.

Por ejemplo, una práctica que utiliza la gran mayoría de usuarios es la de repetir contraseñas, algo que hoy en día y con las herramientas existentes, como los gestores de contraseñas, deberían estar obsoleto, ya que si los atacantes logran hackear una de tus cuentas, tienen la posibilidad de hacerlo en todas las que repites la misma clave.

Del mismo modo que por temas de comodidad, establecemos contraseñas simples y obvias, que aunque es cierto que los ciberdelincuentes no nos conocen, pueden dar con ellas de una manera mucho más rápida y sencilla de lo que crees. Por esa razón, los expertos alertan e indican que nunca debemos usar números personales en nuestras contraseñas, y en concreto, estos señalas que jamás debemos usar nuestra fecha de nacimiento a la hora de establecer una clave de seguridad.

Si bien como decíamos, los estafadores no nos conocen, información tan básica como nuestro cumpleaños es muy fácil de encontrar, por ejemplo, lo registramos al crearnos un perfil en una plataforma o través de felicitaciones por redes sociales o similar también se puede encontrar fácilmente la fecha.

Incluso apps como LinkedIn, Instagram o Facebook envían mensajes de cuando es nuestro cumpleaños, por lo que se lo estamos dejando en bandeja a los atacantes si usamos esta fecha en nuestras contraseñas.

Consejos extra para diseñar contraseñas fuertes y robustas

• La longitud es clave: mientras más largas sean más difíciles de adivinar.
• Mezcla mayúsculas, minúsculas, números y símbolos.
• No compartas tu contraseña con nadie y actualízalas periódicamente.
• Usa frases como contraseñas: por ejemplo, elpeRro2demi5Abuelo.

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