Aunque hasta bien entrados los 2000’s algunos siguiéramos usando los auriculares de cable y otros los cascos míticos ochenteros (ahora de moda otra vez) la opción de escuchar música a través de un dispositivo inalámbrico ya existía desde 1999.
Fue en ese año cuando se lanzó al mercado el primer aparato bluetooth: unos auriculares móviles de manos libres ligados a la compañía Vosi Techonology para poder conectar un teléfono móvil y el sistema de audio de un coche. La primera patente obtuvo el ‘Premio a la Mejor Tecnología’ otorgado por COMDEX, el evento tecnológico anual (1979-2003) organizado por The Interface Group. Entonces, el alcance de los primeros aparatos con tecnología bluetooth era de tan solo 50 centímetros, pero con el tiempo permiten hasta casi 100 metros, aunque lo normal no son más de 10 m.
El primer origen del bluetooth es, por supuesto, tecnológico, pues nació de la necesidad de crear redes inalámbricas que permitieran el intercambio de datos y audios entre distintos dispositivos inteligentes. No obstante, su segundo origen no está ligado a las nuevas tecnologías, pues su nombre es una mezcla cultural escandinava de tradición sueca, noruega y danesa.
‘Diente azul’ en inglés y danés
De alguna manera, el sueco Nils Rydbeck es el padre biológico del bluetooth, aunque el padre adoptivo sea Intel. Es por eso por lo que, de alguna manera, está tecnología tan avanza para la época es de origen nórdico, ya Rydebck la desarrolló junto a sus compañeros de trabajo: todos estaba empleados en la sueca Ericsson Mobile, fusionada con Sony desde 2001.
El segundo origen escandinavo es el nombre. No hace falta buscar un significado oculto ni pensar en una terminología tecnológica concreta, para empezar, solo hay que saber idiomas. En efecto, bluetooth es la traducción literal del español al inglés de ‘diente azul’, pero que a su vez proviene del apellido danés Blatand, que significa lo mismo.
La realidad es que fue el ingeniero de Intel Jim Kardach quien después de leer la novela The Long Ships y conocer la historia del rey escandinavo Harald Blatand (lo era de Noruega y Dinamarca) decidió adoptar el nombre para bautizar la nueva especificación industrial.
La historia del Blatand es conocida en la cultura popular del norte de Europa por haber sido durante el s. X rey de Dinamarca durante casi 30 años y haber conquistado en ese tiempo tierras noruegas. De hecho, a él se le atribuye la introducción del cristianismo en ambos países.
El paralelismo entre la conquista, y posterior unión de Noruega con Dinamarca, y el deseo de conectar los nuevos dispositivos que estaban surgiendo con las nuevas tecnologías fue definitivo para establecer el nombre de bluetooth.
Runas vikingas a lo pinturas rupestres occidentales
A pesar del desarrollo de Rydbeck desde 1989, el impulsor del bluetooth a partir del 1997 fue Örjan Johansson, quien logró s lanzar la web oficial tan solo un año después. Aunque, ya mencionado es la responsabilidad del nombre de Jim Kardach, ingeniero de Intel.
Según el portal de soluciones estadísticas, Statista, en 2023 se alcanzaron los 5 mil millones de conexiones bluetooth a nivel mundial, y se esperan más 7 mil millones para 2028. Hoy en día, casi cualquier dispositivo inteligente (móviles, televisiones, ordenadores, tablets…) cuenta con tecnología bluetooth, pero a principios de siglo fue la extinta Motorola una de las primeras compañías telefónicas, junto a Ericcson, en incorporar bluetooth en sus dispositivos.
No obstante, y a pesar de la costumbre que ya tenemos de ver el icono del bluetooth en nuestros dispositivos, pocos saben que se trata, nuevamente, de un ‘dibujo’ inspirado en la tradición vikinga. En concreto el logo es una mezcla de dos runas nórdicas: Hagall, que representa la letra ‘h’ en varios alfabetos rúnicos, y Berkana, que representa la ‘b’, y que en realidad corresponden a las iniciales del rey danés Harald Blatand.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.eleconomista.es
Publicado el: 2025-01-03 05:37:00
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