La sensación de los inversores en la actualidad es que la guerra arancelaria iniciada por Estados Unidos puede ser más leve de lo inicialmente esperado. Así lo demuestra la evolución de los bonos soberanos, la bolsa y el dólar, que cede terreno frente al resto de divisas. Sin embargo, la onza de oro sigue al alza y se opone a una lectura total del mercado de un año con menor presión inflacionaria. Y es que el metal precioso roza los 2.900 dólares y encadena seis semanas consecutivas al alza.
El valor refugio por excelencia sube como si el temor a una guerra arancelaria siguiera siendo el mismo que el esperado en el arranque semanal, cuando Trump impuso sus primeras medidas coercitivas contra México y Canadá. Y es que el oro avanza casi un 10% en el año, lo que sitúa a este activo entre los más alcistas de lo que va de 2025. Asimismo, en lo que va de milenio este metal precioso sube casi un 10% anualizado.
El particular rally del oro responde en gran medida a las preocupaciones de una guerra comercial entre Estados Unidos y China. No obstante, el valor refugio también incrementa su precio por la expectativa de los inversores depositadas en las políticas monetarias de las principales geografías del mundo. En un contexto en el que la Reserva Federal de Estados Unidos, el Banco Central Europeo y el Banco de Inglaterra reducen sus balances también están incrementando sus reservas de oro.
A la par que se flexibilizan las políticas monetarias, los bancos centrales compran oro. Como también lo hacen los inversores que buscan esquivar cualquier riesgo en el mercado financiero sin que la inflación haga mella en su poder adquisitivo. El cuarto trimestre del año pasado cerró con un incremento de la demanda de oro del 1% interanual que alcanzó un nuevo máximo histórico, según la asociación comercial internacional del metal precioso World Gold Council (WGC).
La demanda del conjunto del 2024 supuso alcanzar las 4.974 toneladas de oro, de los cuales más de una cuarta parte vino solo de los bancos centrales en su afán por incrementar sus reservas. Y gracias a los ETF (fondos cotizados) de oro, el 2024 fue el primer año desde 2020 en el que las tenencias de oro se mantuvieron al alza, según WGC.
La sensación de escasez del metal precioso también contribuye a levantar el precio de las onzas de oro. Sin embargo, en los últimos doce meses el suministro total de oro creció un 1% gracias a la minería y también al reciclaje. Es decir, hay más oro disponible pero con el incremento de la demanda los precios se vieron presionados al alza.
Por otra parte, Rusia sigue entre las tres principales geografías en minería de oro. La falta de datos por la guerra de Ucrania y las sanciones occidentales vigentes impiden saber con exactitud la cantidad de oro que extrae Rusia. Sin embargo, Rusia estaría acaparando grandes cantidades de oro al no poder acceder a las principales divisas y mercados mundiales, lo que estaría contribuyendo también a elevar el precio del oro, según Bloomberg.
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